Ana Nodal de Arce

Me la juego

Ana Nodal de Arce


Antes muerta que sencilla

23/06/2022

Después de un Corpus brillante y bochornoso, me refiero a las temperaturas, con imágenes que evocan aquello de 'antes muerta que sencilla', regreso a la vida cotidiana tras extraer varias conclusiones: Toledo dispone de un número ingente de vallas, que saturan las calles y le dan un aspecto paleto. A nivel político, la distancia entre el tolonismo, que deriva del sanchismo, y el emilianismo se acrecienta, hasta el extremo de que no está bien visto ni hacerse una foto con los del otro bando. Es obvio que el presidente de Castilla-La Mancha molesta a la cúpula del partido del puño y la rosa, humillada tras la debacle clamorosa en su tradicional feudo andaluz.
A pesar de esa hecatombe, estoy segura de que Sánchez acabará la legislatura aunque tenga que ceder las islas Canarias a Marruecos. Es un decir. Tras los sucesivos fracasos autonómicos, en Ferraz sospechan que Page puede ser el único barón en renovar su mayoría absoluta, con permiso del PP y tal vez de Vox, y eso les saca de sus casillas. Dicen que a Sánchez le encantaría que Isabel Rodríguez, otra monaguilla, sustituyera a Emiliano como cabeza de cartel en las autonómicas, pero se encuentra ante un muro muy alto que le mantiene en una situación privilegiada respecto a barones tan insulsos como Fernández Vara, que se plegó a las directrices de Pedro hace tiempo.
Pero el presidente de Castilla-La Mancha no está dispuesto ser víctima del sanchismo y se está alejando de actos que le identifiquen con una ristra de perdedores que adoran a su líder. Caso de Andalucía. Tampoco debió tener ganas de abrazar a quienes le miran de reojo en su ciudad y, en los albores del Corpus, marchó a Croacia aunque, eso sí, no se perdió la procesión, que las tradiciones toledanas para él son sagradas.
Sus regateos le están saliendo bien. De hecho, Mónica Oltra, qué alegría su dimisión, le citó, haciéndole un favor sin pretenderlo, como icono opuesto a las políticas que aplica el batiburrillo encabezado por Ximo Puig en la Comunidad Valencia. Qué alivio no haber contado en el Ejecutivo de nuestra tierra con una imputada por encubrir los abusos sexuales de su exmarido a una menor tutelada, añado. Y, en este punto, aprovecho para denunciar el silencio clamoroso de muchas mujeres 'progresistas', que no se han acordado de la víctima, mientras han llenado de honor a Oltra, solo por ser una de las suyas. Qué decepción.  Vuelvo a Page, quien debe seguir su camino, distanciado de Sánchez, y, ante todo, gestionar bien su tierra. Si no, no serán los suyos quienes le bajen del barco, sino sus paisanos en las urnas.
Vamos al otro bando, con el Debate del Estado del Municipio, un sainete para lucimiento de la jefa del Ayuntamiento, que nos agota con el trabajo que ha desarrollado y con una sarta de promesas que a mí no me convencen. Y es que eso de echar a correr cuando se acercan las elecciones queda, cuando menos, feo. La realidad es que la ciudad no avanza. Los problemas llevan años enquistados: Vega Baja, un Tajo contaminado, el bolseo, dar vida al Casco o un recinto ferial. Nada. Por cierto, alcaldesa: le aseguro que eso de huir del sectarismo, de lo que ha presumido en su discurso, no lo ha conseguido. Y esperamos las cuentas de su viaje al Rocío. Salud.