Crónica de un historiador rebelde

F. J. R.
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Fernando Martínez Gil presentó ayer en el Alcázar su último libro sobre comuneros toledanos, tratando de cerrar el círculo a 40 años de investigación y reivindicando un quinto centenario de la revuelta que ha pasado casi inadvertido para la ciudad

Crónica de un historiador rebelde

El historiador y escritor Fernando Martínez Gil cerró ayer de forma oficial el círculo iniciado en su juventud con la Guerra de Comunidades de Castilla con la presentación de su último libro, 'Comuneros toledanos: crónica de una ciudad rebelde', editado por Almud Ediciones de Castilla-La Mancha. Un «colofón final», en sus propias palabras, al trabajo de más de 40 años.

La pasión de Martínez Gil por el movimiento comunero, como él mismo explicó ayer durante la presentación de su libro en la Biblioteca Regional del Alcázar, se remonta a sus tiempos de estudiante. Contaba con 18 años cuando arrancó ese idilio entre los muros del extinto Centro Universitario de Toledo. Fue concretamente durante el V Simposio Toledo Renacentista, celebrado en abril de 1975. «Me quedé tan abrumado como solo lo puede hacer un joven historiador ante algunos de los mejores; como José Antonio Maravall o Joseph Pérez, por citar algunos ejemplos», explica Martínez Gil sobre su iniciación en lo que no duda en catalogar como «un descubrimiento».

Y es que, desde ese momento, al margen de su faceta como novelista (a la que piensa dedicarse más ahora), el movimiento comunero se transformó en una de sus pasiones. De esa inquietud surgió una de las obras de referencia para todo historiador, 'La ciudad inquieta. Toledo comunera' (1993), que ahora ha tratado de actualizar en su último trabajo a la vez que hace el discurso más accesible, menos académico.

«Llevo más de 40 años dedicados a este tema, y las Comunidades siempre vuelven. Se me habían quedado en el tintero algunas cosas respecto al libro de 1993 y he tratado de aportar una síntesis de qué fueron, qué provocaron y cuáles fueron sus consecuencias. Todo en su contexto del siglo XVI, porque igual de importante es contar los hechos de la rebelión como sus consecuencias. No hay que olvidar que se estuvieron pagando impuestos por ello hasta 20 años después», afirma el historiador en esta nueva aproximación al movimiento que, reitera, será la última.

Pero quién sabe. No hay que olvidar que este trabajo también plasma la rebeldía de su autor ante una conmemoración del quinto centenario de la revuelta de las Comunidades que ha pasado sin pena ni gloria por una de las ciudades claves en esa guerra. Un vacío institucional, salvo dos o tres excepciones, que provoca una profunda «tristeza» en el autor.

Con todo, el detonante último de este libro fue su anterior trabajo, la biografía de Juan de Padilla, tras la que «sentía que me quedaba algo por hacer y más al comprobar el poco aprecio que se tenía en Toledo por el tema, con una conmemoración muy deslucida. ¿Por qué tan poco de algo tan importante para la ciudad? ¿Por qué no hacer memoria de un acontecimiento histórico trascendental que terminó cambiando la historia de España?», se lamenta Fernando Martínez Gil, que ha logrado canalizar toda esa frustración en una obra que viene a completar, principalmente, la caracterización de otros personajes de las Comunidades que no han tenido protagonismo en los libros de historia.

Figuras como el miembro del cabildo Pedro del Campo, los hermanos Gaitán o Juan Carrillo, «que merece una biografía más detallada», son algunos de los protagonistas de 'Comuneros toledanos. Crónica de una ciudad rebelde', obra en la que, además de una firme reconstrucción de la ciudad, no se duda en reivindicar el carácter progresista de ese movimiento.