La Cátedra del Tajo ve todavía «insuficiente» el nuevo PHT

J. Monroy
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Destaca que los caudales ecológicos no recuperarán el hábitat y no cumplen la sentencia del Tribunal Supremo, y que el Plan vuelve a dejar fuera el trasvase Tajo-Segura

La Cátedra del Tajo ve todavía «insuficiente» el nuevo PHN - Foto: Yolanda Lancha

La Cátedra del Tajo UCLM-Soliss valora, a la espera de su aprobación definitiva, que la propuesta del nuevo Plan Hidrológico es «insuficiente» por varios motivos. Son, explica la directora de la Cátedra, Beatriz Larraz, motivos como un régimen de caudales ecológicos insuficiente, las dudas sobre el real aumento de la depuración en Madrid y la falta de medidas con el Tajo-Segura.

En lo que respecta al establecimiento de caudales ecológicos, la Cátedra constata que en la propuesta de Plan «no se encuentran definidas todas las componentes del régimen de caudales ecológicos en todas las masas de agua». Además, cuando están definidas, como es el caso de los caudales mínimos, en el eje del Tajo estos «son insuficientes para la consecución del buen estado debido a que se han utilizado metodologías que no van a permitir la recuperación del total del hábitat potencial útil». En el caso de los caudales de crecida, en aquellas masas de agua en las que han sido establecidos, resultan insuficientes en cuanto a su periodicidad y su cuantía. Recuerda Larraz que el papel de estas crecidas artificiales es fundamental, ya que permitirían la inundación periódica de la llanura aluvial, el transporte de sedimentos, etc. En definitiva, permitiría dotar de una estructura morfológica adecuada al río. Por último, en masas estratégicas en mal estado se sigue retrasando la implementación de los componentes del régimen de caudales ecológicos hasta el final del ciclo de planificación, es decir, hasta 2027, estableciendo dos periodos intermedios con valores más bajos (enero 2022-diciembre de 2025 y año 2026) sin haber sido fundamentada en el Plan la justificación para este aplazamiento ni para estos valores más bajos, si es que la hubiera.

En consecuencia, «sigue sin darse cumplimiento a las sentencias del Tribunal Supremo» en respuesta a las demandas planteadas por las plataformas de la Red Ciudadana del Tajo y algunos ayuntamientos en relación a la implantación de un régimen de caudales ecológicos en toda la demarcación.

En el caso de las masas de agua que afectan a las zonas Red Natura 2000, «resulta especialmente necesario que la propuesta del nuevo Plan vele por el cumplimiento de las directivas europeas vigentes en relación con la gestión del agua y esto pasa por establecer las necesidades hídricas de los valores de conservación de estos espacios».

Depuración. Para mejorar el estado de las masas de agua de los ríos de Madrid, así como aguas abajo de la confluencia del río Jarama con el eje del Tajo, «es imprescindible abordar la mejora de la depuración de las aguas residuales de la Comunidad de Madrid». Si bien la Cátedra considera positivo el esfuerzo previsto en inversión en este campo, señala que «muchas de las medidas contempladas en anteriores ciclos de planificación siguen sin abordarse, por lo que deberían llevarse a cabo realmente las anteriores y las presentes». Así mismo, considera necesario establecer autorizaciones de vertido más exigentes en estas depuradoras y en todas las existentes en la cuenca, para conseguir que sean acordes con la consecución del buen estado de la masa de agua receptora del vertido, tal y como indica la legislación.

Por su parte, en lo que respecta a los obstáculos, las denominadas presiones hidromorfológicas, «creemos que debería hacerse un mayor esfuerzo en la mejora de la continuidad fluvial en cumplimiento de la normativa vigente que exige la permeabilización de las infraestructuras hidráulicas y los objetivos del Pacto Verde Europeo de recuperar la continuidad fluvial de 25.000 kilómetros de ríos europeos». Existen muchas presiones e impactos, tanto en masas de agua normales como en masas de agua de zonas protegidas, «que no han sido tenidas en cuenta en la caracterización de las masas de agua que realiza la propuesta del PHT. Esto ocasiona que se siga deteriorando el estado de estas masas de agua».

La lógica de la planificación hidrológica «no se ha aplicado en algunas masas de agua, puesto que una masa que tiene indicadores que denotan su mal estado, y sobre todo en las que pertenecen a la Red Natura, debería incluir en el programa de medidas un grupo de medidas verdaderamente eficaces para la recuperación del buen estado». Por ejemplo, en algunas de las masas, la propuesta de caudales ecológicos se mantiene sin apenas variación respecto a la que se presentó en los anteriores ciclos de planificación, y ha quedado demostrado que el régimen de caudales actualmente circulante por estas masas «es claramente insuficiente para alcanzar los objetivos medioambientales, habiendo contribuido notablemente al deterioro de la masa».

Un elemento positivo es que el 71 por ciento de las medidas contempladas en la propuesta del PHT y el 70 por ciento del presupuesto del Programa de Medidas (p. 16, Anejo 13 de la Memoria) van dirigidas al cumplimiento de los objetivos medioambientales. Sin embargo, «hay que tener en cuenta el bajo grado de implementación de los Programas de medidas de anteriores ciclos, donde muchas de las medidas previstas no se han implementado. Por ello, es fundamental que se prioricen aquellas medidas que van a tener un impacto más significativo en la mejora del estado de las masas de agua a través de un análisis coste-eficacia que actualmente no está contemplado en el plan».

Sin trasvase. Por último, la propuesta del Plan, como ya hicieron los documentos iniciales (Esquema de Temas Importantes ETI) y los planes hidrológicos aprobados en el primer y segundo ciclo de planificación, «sigue obviando la principal presión que condiciona todo el esquema de planificación y gestión de la demarcación, especialmente en sus tramos alto y medio: el trasvase-Tajo Segura». Actualmente, la gestión de los embalses de cabecera se realiza «con el fin de garantizar la continuidad del trasvase Tajo-Segura y no para garantizar el cumplimiento de los objetivos de buen estado y la atención de todas las necesidades de la demarcación (necesidades ecosistémicas para alcanzar el buen estado, demandas, usos recreativos) legalmente prioritarias frente a cualquier trasvase».

Para la Cátedra, es importante recordar que en «las actuales reglas de explotación del trasvase Tajo-Segura se limitan los desembalses desde los embalses de cabecera hacia el río Tajo, limitando así la posibilidad de cubrir las necesidades ambientales de las masas de agua (regímenes de caudales ecológicos) y las demandas de la propia cuenca». Por tanto, las posibles medidas de reducción de la presión por extracción de agua, modernización de regadíos, mejoras en la eficiencia, en lugar de tener un efecto positivo sobre los objetivos medioambientales de las masas situadas aguas abajo de Bolarque, «pueden tener un efecto perverso para dichas masas, al alimentar los volúmenes de agua embalsados que pasarían legalmente a tener la consideración de excedentes y por tanto desviarse al trasvase Tajo-Segura». En este sentido, la Cátedra considera que la propuesta del Plan debería contemplar expresamente la reserva de los volúmenes derivados de medidas de mejora en la eficiencia o reducción de la demanda a la mejora del estado de las masas de agua de la cuenca del Tajo.