San Antón cumple con la tradición

Redacción
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El tiempo permitió la procesión que, como es habitual, se realiza por las calles del barrio antes de la celebración de la misa y, claro está, de la bendición de los panecillos y de los animales

San Antón cumple con la tradición

La ermita del barrio de San Antón de volvió a ser, como manda la tradición, lugar de encuentro de vecinos, cofrades y políticos llamados a celebrar los actos organizados con motivo de la festividad de San Antonio Abad, patrón de los animales. Como viene siendo habitual en una fiesta «tan querida por los toledanos», mayores y niños se citaron en el lugar con sus mascotas -que fueron debidamente bendecidas- participando de la procesión, el juego de quínolas y la subasta. Se notó, con respecto a otros años, que el tiempo propició que muchos habituales se quedaran en casa porque no fueron tantos los animales como en ediciones pasadas.

Los que sí asistieron pusieron buena cara al triste día y participaron de unos actos en los que también estuvo presente la alcaldesa de Toledo junto a varios concejales de la Corporación municipal que no quisieron perderse la ocasión de apoyar la tradición mantenida por los vecinos de este barrio.

En este sentido, quiso Milagros Tolón compartir la mañana con los residentes del lugar porque, apreció, «puede ser de las celebraciones más queridas de la ciudad de Toledo» que sigue contando con la implicación local porque, en su opinión, «cada vez son más personas que vienen sus animales a San Antón» aludiendo a que «se está recuperando esta tradición».

Y puesto que «siempre he estado con ellos», la alcaldesa valoró el trabajo de los vecinos «no sólo conservando la tradición sino manteniendo viva esta ermita». Recordó que aunque ahora no tiene mascota, «de pequeña traía a mi perrita», por lo que apuntó la belleza de «una fiesta» que se sustenta «en el amor a los animales, que es muy importante» porque los animales no sólo «ofrecen compañía».

No hay que olvidar que el proceder de dar la bendición a las mascotas es una modificación moderna de la tradición cristiana que mandaba bendecir el ganado de los ganaderos el día de su patrón. Ahora que las mulas y las vacas no son el día a día de los toledanos, los vecinos sacaron a la calle sus mascotas, la gran mayoría perros y gatos aunque también conejos, ratones e incluso un caballo, y disfrutaron de la limonada y los tostones que, como viene siendo tradición, ofrece la hermandad.  

Sobre la importancia de «arropar siempre, desde el Ayuntamiento, a los vecinos en todos los actos», señaló que «el éxito de un Gobierno municipal es estar en la calle», ayudando siempre «a los vecinos no sólo en días como este» sino «todos porque Toledo es una ciudad viva gracias a los vecinos».  

Por tanto, hubo bendición de animales, la parte más lúdica de la mañana, tras la celebración de la tradicional misa y la procesión del santo por las calles del barrio. Un recorrido en el que participaron pequeños y mayores, familias enteras que después jugaron, como no podía ser de otra forma, a las quínolas y participaron en la típica subasta de San Antón. Momentos entrañables que se repiten cada año en un barrio que no renuncia a celebrar la fiesta en honor al santo que da nombre a esta zona de la ciudad. No en vano, ya incluso antes de la misa se comenzaron a vender las roscas y los panecillos de San Antón.