Cerámica con nombre propio

Lola Morán Fdez.
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Las letras del nombre de Talavera en Ronda del Cañillo están decoradas con azulejería de Cerámica Artística San Ginés que aúna lo clásico y lo moderno de esta artesanía

Cerámica con nombre propio - Foto: Manu Reino

La vinculación del nombre de Talavera con la cerámica es ya una realidad palpable de la mano de las letras instaladas en Ronda del Cañillo con el nombre de la ciudad. Conforman un nuevo atractivo turístico y el escenario donde tanto visitantes como vecinos de la ciudad aprovechan para posar ante la cámara. Es la última iniciativa de promoción de la cerámica que adoptó el anterior Gobierno municipal, con Jaime Ramos al frente.

A través de estas letras instaladas ante las murallas se hace así un guiño al pasado, presente y futuro de una artesanía que ha dado nombre a Talavera, de la mano de una creación de Cerámica Artística San Ginés. Su gerente, la ceramista Mónica García del Pino, explica a La Tribuna que la intención de este diseño era aunar la cerámica más clásica de la época en la que Talavera «empezó a hacerse conocida por los zócalos» con una caligrafía diseñada por ‘Chais’ a modo de grafiti en las letras ‘de la Reina’ «para acercar a la juventud a la cerámica».

Este diseño parte de un estudio de azulejería muy temprana realizado por Fernando González Moreno y por Isabel Sánchez Ballesteros, quienes han recuperado series presentes en interiores de monumentos de todo el país. Se desmarca así de otras más conocidas como la del renacimiento, precisamente para mostrar también que la cerámica de Talavera va más allá de esa decoración.

Entre las series representadas en estas ocho letras, de un metro de alto cada una de ellas, figuran algunas presentes en la iglesia de Mombeltrán, del año 1571; también decoración de la azulejería de la iglesia de Higuera de las Dueñas, en Ávila, datada en 1572; otra de la iglesia de La Colegial de Talavera, que decora un altar con una serie de punta de diamante de la segunda mitad del siglo XVI;otro de decoración cerámica de la iglesia de Mejorada, del año 1573;otra de la granada, de 1674; se suman series como la escurialense, con hoja de acanto; y la de ferroneríes, entre otros.

Son azulejos que casi siempre han estado en interiores y salen ahora al exterior, dando además gran colorido a las letras de Talavera.  Están instaladas sobre un muro de un metro de alto por 10 metros de largo, siete de ellos ocupados por las ocho letras de Talavera.

 Bajo las letras se ha situado un ‘de la Reina’ sobre una azulejería cuajada de decoración para darle mayor vistosidad al apellido de la ciudad y con el azul característico de la cerámica talaverana.

Al fotografiarse en este entorno, «sale lo más importante que tenemos en Talavera: la cerámica y las murallas, y las fotos pueden recorrer el mundo», destacó la ceramista.