Enrique Sánchez Lubián

En el Camino

Enrique Sánchez Lubián


Caer, levantarse, seguir adelante y algo más

23/06/2022

La bofetada andaluza ha sido muy dura para las izquierdas. Antes de ser enterrado en el cementerio civil de Madrid, Marcelino Camacho recibió un postrer homenaje en la sede central de Comisiones Obreras. Allí, ante centenares de personas, su viuda, Josefina Samper, compartió con todos el último mensaje que dejó el líder sindical: «si uno se cae, se levanta inmediatamente y sigue adelante». En mitad del desasosiego sufrido el domingo mientras iban desgranándose los resultados de Andalucía, el recuerdo de esas palabras se abrió paso entre mis cavilaciones.
La euforia y el desconsuelo perturban los juicios serenos. Quienes militan en el 'antisanchismo' (considerando tal concepto como las ganas de quebrar al líder socialista sea como sea y, ya puestos, a quienes actúan a su izquierda) están pletóricos. Han olido sangre y créense ya legitimados para repartirse la carnaza cobrada en tierras andaluzas. Es innegable que las cosas se han puesto cuesta arriba. La carretera se inclina y toca acompañar el pedaleo empujando fuerte con los riñones, máxime cuando en el horizonte ya se vislumbran las elecciones municipales y autonómicas de 2023. A once meses de las mismas, si no se produce ningún otro adelanto electoral, las fuerzas progresistas están obligadas a, tal y como aconsejó tan carismático luchador obrero, levantarse, sacudirse el polvo, apretar los dientes y continuar caminando. Sí, pero, también, a algo más.
En tanto reanudan su marcha, PSOE, Izquierda Unida, Podemos, Más País y cuantas confluencias se disputan ese espacio político, deben encontrar respuestas sólidas a los 'por qué' de sus últimos tropiezos electorales. Analizar el fracaso de sus candidatos autonómicos, la sinrazón de egos cainitas que tanta frustración y desencanto nos producen a sus votantes, las ineficaces estrategias desplegadas en cada una de estas convocatorias, la constante pérdida de apoyos, el quebranto de su credibilidad y, sobre todo, definir muy bien qué camino seguir para que este tránsito no acabe en un ineficaz viaje a ninguna parte o en un pérdida de identidad por mor de pragmatismos coyunturales mal entendidos que dejan la coherencia ideológica a la altura del betún. Autocrítica, llamase esto. Como Pablo Iglesias dijo en 'La Base' tras los resultados del 19-J, «en política unas veces se gana y otras…, se aprende».