El Pleno del Ayuntamiento de Toledo fue ayer excepcional a causa del 'efecto Paños' (término acuñado por la alcaldesa tras la reaparición del concejal de Ciudadanos) dando como resultado debates no excesivamente largos y un 66,6% de mociones aprobadas (4 de 6), además, por unanimidad. La primera, del PP, para dotar el centro Cívico de Valparaíso con el personal y los medios materiales necesarios para garantizar su funcionamiento con el mismo horario y los mismos servicios que el resto de centros cívicos municipales.
Por el PSOE, Francisco Rueda desmiente que en Valparaíso no se presten servicios o no se organicen actividades. Al contrario, afirma que es de los más intensos y variados gracias a la asociación del barrio que cuando se abrió el edificio en 2007 asumió la gestión subvencionado por el Ayuntamiento y con programas de la Junta de Comunidades. Cree que es un ejemplo de colaboración. Otra cosa es, matiza, la oficina administrativa para gestiones municipales descentralizadas y anuncia que van a votar a favor, aunque adelanta que cumplirlo dependerá del presupuesto.
Desde el PP, Marta Cánovas viendo el respaldo general se muestra contenta y explica que existe desigualdad porque una mañana cualquiera no se puede ir a realizar un trámite administrativo en Valparaíso porque está cerrado pero sí a los centros de otros barrios donde están abiertos. Recuerda que es una demanda histórica desde 2010 en que se propuso lo mismo al Pleno y fue aprobado por unanimidad. Doce años después el PSOE no ha cumplido y hay que tener en cuenta que en este tiempo se ha duplicado la población. Así que, pide que esta vez lo hagan.
En Ciudadanos, Araceli de la Calle vota a favor, lamenta que haya vecinos de primera y de segunda por culpa del Gobierno local, dice que Valparaíso no puede realizar actividades ni tramitar papeles por falta de medios que sí existen en otros barrios y subraya que lo que hay es por el empeño de la asociación Río Chico. Explica, como ejemplo, que la semana pasada iban a hacer un cuenta cuentos en sábado pero llovió y no se pudo.
Desde IU-Podemos, José María Fernández vota a favor, recuerda que en 2010 ya ase aprobó este misma moción pero sigue igual, lamenta el desagradecimiento que indica hacia el movimiento vecinal. En Vox, María Ángeles Ramos vota a favor porque cree que es un claro ejemplo de la política socialista que no planifica el mantenimiento, provoca desequilibrios entre los barrios, tiene infraestructuras infrautilizadas mientras las calles se llena de socavones. El no adscrito dice sí y que lo mismo vale para todos los centros cívicos.