Ana Nodal de Arce

Me la juego

Ana Nodal de Arce


Crónica del descontento

20/10/2022

La ilusión me embarga porque veo que arrecian los toledanos que plantan cara a la desidia que se extiende en nuestra capital y reivindican mejoras imprescindibles para frenar la decadencia de su presente. Y, lo que es más digno de mención: no tienen miedo ante posibles represalias, descalificaciones o insultos del entorno del gobierno municipal. A los valientes siempre hay que aplaudirles.
Ahí tienen a los bomberos, quienes van a ser denunciados por el Ayuntamiento por plasmar sus demandas de subida de categoría en los camiones de servicio. Lo de 'Tolón miente' y 'Tolón dimisión' es algo inaceptable para la alcaldesa, aunque sean pintadas que se eliminan con agua. Podrán ser acertadas o no, pero ella habla de vandalismo y considera que los integrantes de este cuerpo merecen poco menos que estar 'presos'. Curioso resulta que quien utilizó a estos profesionales para apagar el incendio que se originó por lanzar fuegos artificiales sin permiso, ¿eso no merece un castigo?, ahora pretenda juzgarles por sacar a relucir sus vergüenzas. Sabemos que no se manifestaron el día de la inauguración de Farcama por respeto a las autoridades y le han seguido promesas rotas, como diría Almodóvar. Animo a los bomberos a seguir reivindicando, pacíficamente y sin temor, ejerciendo un derecho constitucional como cualquier trabajador.
Pero hay más valientes: abundan los vecinos que claman al cielo por la falta de árboles en la ciudad, por no incluir plantaciones cuando se brinda la oportunidad, como en el arreglo de la avenida de Barber, y por seguir talando sin venir a cuento mientras se apuesta por una ciudad sostenible, en un postureo que ya abochorna. No es lo mismo hacer anuncios que gestionar con hechos, que la mentira tiene las patas muy cortas. Ahí entra lo de la 'falta de cemento' como excusa para que ciertas calles del Casco parezcan auténticos muladares, tal como muestran los residentes. Alto, claro y con vídeos.
Y qué decir del Tajo, para cuyas riberas se anuncian ¡siete millones de euros! mientras el río es una cloaca. Vamos a ver, que Europa facilite ese dinero para revitalizar el río no quiere decir que el equipo de gobierno lo invierta alegremente, a la vez que el propio Ayuntamiento acumula multas por vertidos ilegales. Ya dijo el presidente de la Real Fundación de Toledo, Eduardo Sánchez Butragueño, en un reciente foro sobre el Tajo, que gastar esa millonada era 'quemar los billetes', mientras no se revierta el drama que sufre nuestro querido río. Pues nada, como aquí nadie asume responsabilidades y todo vale para acometer actuaciones inútiles, no solo van a arder los euros, sino que se puede cumplir la predicción irónica del propio Sánchez Butragueño:  que se rieguen con una manguera las plantaciones millonarias de la senda ecológica.
También se han revuelto los usuarios de la oferta cultural que se repite cada año en el Rojas. Y es que en nuestro amado coliseo solo se permite pagar con tarjeta. Debe ser que se han quedado con eso de que los billetes transmiten el covid, una idea tan peregrina como aquella de que el sol acaba con el virus. Conclusiones del comité de expertos en pandemias que gobierna en el Ayuntamiento. Es posible que, en el caso de Rojas, lo del cambio de moneda sea un engorro. Pero, atentos, que eso es de dudosa legalidad y Toledo despierta. Por fin.