«El sacrificio siempre tiene recompensa»

Mario Gómez
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Hugo Navas, policía nacional en Toledo, completó el pasado sábado en Cascais (Portugal) su tercer Ironman en 11 horas, 26 minutos y 35 segundos

«Al cruzar la meta es como un éxtasis, todo ha valido la pena y cobra sentido» declaró a este medio. - Foto: L.T.

Nadar, montar en bici y correr. Pero llevado al extremo. Eso es un Iroman. 3,8 kilómetros nadando, más 180 kilómetros en bicicleta (con un desnivel acumulado de 1.450 m) y acabar con una carrera de 42.2 km, o lo que es lo mismo una maratón, y todo ello en 11 horas y 26 minutos. Estos son los números de Hugo Nava Gutiérrez, miembro de la Policía Nacional desde hace una década y que desarrolla su servicio a la sociedad en la comisaría de Toledo desde hace cuatro años.

«El deporte me ha gustado siempre y a raíz de prepararme para las pruebas físicas de acceso, comencé a tomar el gusto por correr y participar en algunas carreras populares», relata. El hecho de que su primer destino fuera Alicante, ayudó a que comenzase a probar practicando triatlón, y «una cosa lleva a la otra» hasta que se planteó completar un Ironman.

El primero fue en 2018 en Lanzarote, pero el planteamiento surge «casi dos años antes», puesto que no se trata de una prueba que se prepare en un escaso espacio de tiempo. Ni en lo físico, ni en el aspecto mental, donde destaca que varios meses antes, hay que ir habituando a cuerpo y mente a la situación límite a la que se le va a someter.

De ahí que sea unos meses antes cuando se comiencen a combinar los entrenamientos «quizá no de mucha intensidad pero sí de duración», porque, según Hugo Nava, es primordial «sumar horas» para que el cuerpo se acostumbre.

Destaca que la alimentación es algo fundamental, puesto que «cada 20-30 minutos hay que comer», y recalca «no se te puede pasar ni una comida o te resientes», y quizá ese pueda ser otro de los componentes importantes para acabar en el puesto 482 de la general de entre un total de más de 4.400 inscritos en las diferentes categorías de la prueba.

Enamorado de su profesión, reconoce que encontrarse en buena forma le facilita determinadas actuaciones policiales que tiene que llevar en ocasiones y que, tanto para preparar un Ironman como una oposición, el sacrificio siempre tiene recompensa, porque a pesar de que «en el día a día puedas tener tus baches y se pueda presentar algún problemilla, al final todo merece la pena».

                

Próximos retos. Tras la participación en Lanzarote (2018), en laPatagonman de La Patagonia (2019) y en el de Cascais (2021), de momento no tiene ninguna fecha en su calendario deportivo más próximo, «aunque siempre hay cosillas en mente». Lo que sí descarta es alejarse del deporte, porque «es algo en lo que llevo toda la vida», pero ahora su horizonte pinta en otro tono, puesto que próximamente va a ser papá y sin duda es el reto más apasionante que puede plantearse por delante.