Luis del Val

LA COLUMNA

Luis del Val

Periodista y escritor


Madrid... o Valladolid

28/03/2023

No creo que sea imprescindible haber nacido en Calatayud para ser alcalde de Calatayud. O de La Coruña, o de Barcelona para lo mismo. Ahí tenemos el ejemplo de doña Ada Colau, nacida en Barcelona, hija de padre barcelonés, y una de las peores alcaldes de la ciudad de los últimos cincuenta años. (Escribo "la alcalde" y no la alcaldesa, por la misma razón que escribo la juez, al no existir ni "alcaldo", ni juezo"). O un buen alcalde de Madrid fue Agustín Rodriguez Sahagún, nacido en Ávila, trasladado por motivos de la guerra civil a Bilbao, a los siete años, donde se licenció en la Universidad de Deusto. No, no creo que sea imprescindible, pero sí habría que buscar un poco el arraigo del candidato.
Ha comenzado la campaña electoral, y como todo va tan deprisa, la ministra de Transportes -Raquel Sánchez- le ha deseado a la ya ex-ministra Reyes Maroto mucha suerte para ser elegida alcalde de Valladolid. Un deseo que sería de agradecer, si fuera cierto el destino, pero es que doña Reyes Maroto es candidata a la alcaldía de Madrid.
Tampoco es una equivocación imperdonable, porque El Norte de Castilla tituló "Una ministra de Ataquines", en referencia al pueblo vallisoletano donde nació la ministra, que, por cierto, estudió Económicas en la Universidad de Valladolid, la ciudad en la que transcurrió la dorada juventud, esa patria que nunca se olvida. Pero eso es lo de menos y -repito- hay excelentes alcaldes de ciudades en las que ni nacieron, ni hicieron el bachillerato.
Lo que, quizás, demuestra una cierta falta de sensibilidad es que la ministra, ni siquiera haya elegido Madrid para tener su domicilio siendo ministra del Gobierno -Gobierno de España, como dice la publicidad que pagamos entre todos- sino que ha preferido vivir en Alcorcón. Y eso tampoco sería censurable, porque miles de personas duermen en Alcorcón y trabajan en Madrid, pero que la futura alcalde de Madrid pague el IBI (Impuesto de Bienes Inmuebles), en otro municipio distinto al que preside su consistorio, viene a ser algo así como si la ministra de Hacienda tuviera su domicilio fiscal en Andorra.
En fin, estamos en campaña. Y los madrileños deberían agradecer no vivir en una zona sísmica, porque doña Reyes es muy pragmática y, cuando sucedió la desastrosa erupción del volcán en La Palma, declaró que era "un reclamo turístico que había que aprovechar". Y acertó, porque la isla recibió más visitantes que nunca, pero eso no consoló demasiado a quienes perdieron sus haciendas y sus casas. Por ello debería agradecer a quienes la han elegido para Madrid, porque si la hubieran nombrado candidata a Santa Cruz de La Palma, puede que lo hubiera tenido mucho más difícil. Madrid... o Valladolid. ¡Qué más da! Nuestros políticos son unos profesionales de la cosa.