Pacientes de cáncer de mama denuncian listas de espera anuales

Jaime Galán
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Mujeres de Apacama manifiestan que llevan camino de tres años con un expansor en su pecho cuando la fecha máxima es de doce meses. Están preocupadas por posibles secuelas. El Sescam reconoce los retrasos y los achaca a priorizar los casos urgentes

Imagen de archivo en la que se observa el resultado de una mamografía. - Foto: V.B.

La saturación del Hospital Universitario de Toledo puede ocasionar problemas mayores en los pacientes. Este es el sentir de algunos colectivos que, por su enfermedad, necesitan un cuidado y una supervisión rutinaria que, por lo que parece, actualmente el sistema sanitario no les está garantizando. Así lo transmiten algunas mujeres de Apacama, la Asociación de Pacientes Afectadas de Cáncer de Mama de Toledo, quiénes están sufriendo retrasos en su proceso de recuperación post-operatorio por la larga lista de espera del sistema sanitario regional.

Una de estas mujeres es Montse García. Ella cuenta su caso a La Tribuna, en el que tras ser operada de cáncer de mama se le colocó un expansor en su pecho que tiene como fecha máxima de utilidad alrededor de doce meses hasta que llegue el momento de que la paciente reciba la implantación de la prótesis mamaria. La afectada en cuestión va camino de tres años con el expansor y en lista de espera para recibir una llamada sanitaria que nunca llega.

El expansor es como un globo que se coloca en el seno femenino tras operaciones de mastectomía. Éste tiene la función de inflarse progresivamente para ir estirando la piel de manera previa a la colocación de la prótesis. 

Al sobrepasar el año máximo de duración que este elemento debe estar en el seno femenino, Montse García expresa su alarmante preocupación ante posibles secuelas. De hecho, ya está viviendo algunas en forma de dolores al ocupar determinadas posiciones o al recbir pequeños golpes en la zona. Hablando con especialistas, la afectada revela que éstos la han avisado  de que esta problemática puede generar otras secuelas de mayor gravedad como luxaciones o infecciones. A los dolores físicos que ya está sufriendo, Montse destaca que también hay que contar con el factor psicológico, debido a que «es duro; la ropa no te queda bien, porque no es un pecho normal y no es fácil verte sin tu pecho reconstruido tanto tiempo». 

Según Montse García, su situación no la entienden ni los propios profesionales sanitarios que, al  atenderla en otras citas rutinarias, califican como «vergonzoso» que tenga que sufrir una lista de espera tan larga para enfermedades tan delicadas como el cáncer de mama.

Para tratar de solucionar su caso, esta mujer ha puesto ya cuatro reclamaciones en Atención al Paciente sin éxito,  ha acudido al Defensor del Pueblo -también sin respuesta- y no descarta actuar por la vía judicial si pronto no tiene avances. Aunque esta problemática solo tenga el nombre y apellido de Montse García, ha afectado a más pacientes de la ciudad y la provincia. Una de ellas ha dado el paso de acudir a los tribunales.

El Sescam da prioridad a las intervenciones urgentes y promete adecuar los plazos. La respuesta que las afectadas por la no retirada de expansores de prótesis mamarias venían recibiendo por parte del Sescam ante sus exigencias es que no hay quirófanos suficientes en la Unidad de Mama del Hospital Universitario de Toledo. La versión oficial del Sescam a La Tribuna se asemeja bastante a ella. Desde este órgano sanitario no mencionan directamente esa frase, pero sí reconocen que tienen que establecer prioridades, lo que da a entender que no hay hueco para todo el mundo.

Sea como fuere, el Sescam ha comunicado ante esta problemática que el Hospital Universitario prioriza las intervenciones quirúrgicas no demorables, «como toda la patología tumoral y urgente». Afirmando a continuación, que los pacientes afectados por patología oncológica «son programados a la mayor brevedad posible».

Una vez aclarada la prioridad de urgencia, desde el sistema sanitario de Castilla-La Mancha reconocen que la atención a los casos más urgentes genera «ciertas demoras en los tiempos para la retirada de los expansores por prótesis de mama». 

En la búsqueda de soluciones, desde el Sescam se comprometen  a «adecuar los plazos previstos» para las intervenciones correspondientes a la retirada de estos expansores «en breves fechas».

Una respuesta oficial que se asemeja bastante a la que reciben habitualmente las afectadas por esta patología y que, según transmiten las mismas, tienen una lista de espera de aproximadamente dos meses, tal y como les comunican a ellas desde el propio Hospital Universitario.