Se cumplen dos años de la declaración del estado de alarma por la pandemia del virus SARS-CoV-2. El 14 de marzo de 2020 la vida de todos cambió, y aún no se ha superado la situación. Seis olas después, la Covid-19 se encuentra afortunadamente en horas bajas en España. La irrupción de la variante ómicron, más contagiosa y menos virulenta -a todas luces por la acción de las vacunas-, elevó durante las pasadas navidades los casos hasta niveles no vistos antes. Inéditos seguramente por la falta de pruebas diagnósticas en los primeros momentos de la irrupción del coronavirus, aunque esos detalles tendrán que ser resueltos en un futuro por investigadores y analistas.
Ahora, con los datos de seguimiento que la Dirección General de Salud Pública del Gobierno de Castilla-La Mancha ha ido ofreciendo día a día desde hace ya dos años, se puede hacer una valoración fría y numérica de lo que se ha supuesto en Toledo esta enfermedad detectada en la ciudad china de Wuhan en 2020.
Con los datos de las últimas 24 horas, en la provincia se llevan contabilizados en los últimos dos año un total de 160.216 contagios oficiales por coronavirus. Esos son al menos los infectados detectados por Sanidad en Toledo, que es la provincia con más casos de toda la región, muy por encima de los 116.741 casos de Ciudad Real, los 87.241 de Albacete, los 66.815 de Guadalajara y los 47.478 de Cuenca.
Con estas cifras de contagios encima de la mesa, teniendo en cuenta una población aproximada de toda la provincia de 691.725 personas, un 23% de todos los habitantes de Toledo ha contraído el virus y cuenta con un positivo confirmado por el Sescam.
Ese porcentaje no tiene en cuenta los asintomáticos no detectados, ni los casos que no han sido notificados a las autoridades sanitarias, por lo que su cifra se antoja levemente superior.
Con todo, por si hace falta una comparación más concreta, un 23% de la población de la provincia es una cifra similar a dos veces la población de Toledo ciudad, o a la suma de la capital y Talavera de la Reina.
Además, el impacto de la Covid-19 en Toledo ha sido muy superior al del resto de provincias de Castilla-La Mancha, ya que contabiliza un 33,4% del total de los 478.491 casos que se llevan contabilizados hasta el día de ayer.
Las cifras de contagios muestran el impacto del virus en la sociedad, pero los muertos son el peor dato posible.
Como no podía ser de otra forma, contagios y mortalidad van de la mano, y es por eso que Toledo cuenta con los registros más altos de fallecimientos por coronavirus de toda Castilla-La Mancha.
En la provincia, con el muerto registrado en las últimas 24 horas, se contabilizan ya un total de 2.648 óbitos desde que se declaró el estado de alarma. Ese día se registró la primera víctima toledana oficial del Covid, y la cifra no ha dejado de crecer, teniendo al domingo 29 de marzo de 2020 como el peor día de toda la pandemia, con un total de 33 muertes en Toledo.
Ahora, con los datos en la mano, el virus de Wuhan deja una media de 3,6 muertes diarias en la provincia en estos dos años, una cifra muy por encima de las otras provincias de la región, en donde el Covid no ha tenido tan letal influencia. Toledo ha sufrido el 38,3% de todas las muertes por SARS-CoV-2 en la región, muy por delante de los 1.880 fallecidos de Ciudad Real, los 1.025 de Albacete, los 719 de Guadalajara y los 637 de Cuenca.
Lo que está ahora por ver es cómo va a evolucionar la pandemia. La acción de las vacunas ha marcado un antes y un después en la mortalidad, pero nuevas variantes pueden cambiar este escenario.
De momento, en las últimas 24 horas, en Toledo se ha producido un ligero repunte de los casos detectados en el pasado fin de semana respecto al registro anterior. En total, 279 casos que mantienen la sexta ola de coronavirus en niveles muy bajos, y que hace que ahora mismo en los hospitales de la provincia haya 31 pacientes con un cuadro agudo por la Covid-19 (18 de ellos en el nuevo hospital de la capital y 6 en Parapléjicos). Las UCI, por su parte, se mantienen una jornada más con tres toledanos en estado crítico.