Interior apuntalará el cuartel abandonado de Calera y Chozas

J.M.
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El Gobierno firma por 104.338 euros la primera intervención en 40 años en un edificio en ruina

Interior apuntalará el cuartel abandonado de Calera y Chozas

El Ministerio del Interior ha publicado este mes en el Boletín Oficial del Estado la formalización del contrato de las obras de apuntalamiento y apeo en el cuartel de la Guardia Civil de Calera y Chozas. Se trata de un edificio originario de principios del siglo XX que amenaza ruina. De hecho, los agentes abandonaron el inmueble en 2008 por el riesgo y, desde entonces, como las tres décadas anteriores, no se ha hecho ninguna inversión en el conjunto.

La empresa Restauración Estructural iniciará en breve las obras adjudicadas entre seis propuestas por 104.338,60 euros por parte de la Subdirección General de Gestión Económica y Patrimonial del Ministerio del Interior.

El Ayuntamiento de Calera y Chozas, encabezado por Gabriel López-Colina, ha insistido a la Dirección General de la Guardia Civil de la perentoriedad de la intervención, tal y como resalta el alcalde sobre este edificio localizado en la carretera de la Estación, que está incluido en la Carta Arqueológica firmada por la Junta de Comunidades y merece una conservación.

El Ayuntamiento de Calera y Chozas cedió el inmueble en 1980 a la Dirección General de la Guardia Civil, aunque se utilizaba ya desde mucho antes como cuartel de la Benemérita. Fue la segunda sede de la institución en esta localidad ubicada a unos 15 kilómetros de Talavera.

El coste del mantenimiento obligó a la cesión a la Guardia civil, pero los sucesivos gobiernos de España no han invertido en las últimas cuatro décadas en la conservación del inmueble. Tanto, que las familias abandonaron el cuartel hace 14 años por la declaración de ruina. No obstante, hasta ahora no se ha invertido en el edificio, aunque sea para el apuntalamiento. Los agentes utilizan actualmente una oficina de las dependencias municipales.

El Ayuntamiento recibirá el inmueble cuando esté en unas condiciones aceptables. «Si quisieran rehabilitarlo como cuartel, encantado», apunta el alcalde, quien subraya que precisa de más intervenciones aparte de la inminente.