José María Rivas asumió su parte de culpa por la marcha actual del CD Toledo, pero también analizó cómo ve el horizonte después de responsabilizarse del relevo en el banquillo. "Se ha fallado y buscábamos un cambio de aires, aunque también ha hecho mella la presión de la afición, que viene de una dinámica derrotista", explicó el andaluz.

Además, el secretario técnico verde explicó que existe una presión añadida por la cortedad de la competición, con solo 30 partidos, aunque está convencido de que todavía se puede revertir la situación. Rivas sabe que el tiempo que se dio al anterior cuerpo técnico ha sido corto, pero "no nos podíamos permitir el lujo de estar más tiempo de esta manera", aunque, como agregó, "el proyecto sigue siendo convincente y ganador".

Y es que, Rivas dice estar "contento" con la plantilla, y mantiene su total confianza, aunque el funcionamiento del equipo sí que no es acorde a lo esperado. "Todos eran primeras opciones en verano, el problema es que no están dando el rendimiento que se esperaba", dijo. Asimismo, entiende perfectamente que los aficionados estén cabreados, y les pide que crean en el trabajo que se está realizando para dar un giro de timón.

En cuanto a posibles modificaciones en el plantel, el secretario técnico es partidario de esperar. "Hay que dar un tiempo prudencial para que los jugadores evolucionen y se amolden al nuevo cuerpo técnico", comentó. Lo que sí tiene claro es que el nivel de la plantilla "no es para ir últimos".