Julio Caro Baroja llama a la primavera la estación del amor, porque con la llegada del mes de mayo, como dice el viejo romance, «los enamorados van a servir al amor» con ritos y fiestas en las que el árbol y la vegetación, como símbolo de la vida y del amor, son eje central: Mayos, danzas del ramo, Mayas, Enramadas…
Los Mayos son fiestas populares, de origen ancestral, de celebración primaveral que se hacían coincidir con el inicio de mes y tenía antiguamente connotaciones rituales totémicas a las divinidades de árboles y plantas que se han ido perdiendo. El cristianismo las asimila en celebraciones como la Cruz de Mayo, reemplazando los símbolos paganos por el culto mariano.
La tradición de Los Mayos estaba muy extendida en Castilla-La Mancha. Algunos de sus mejores ejemplos aún los vemos en Los Cantos de Mayo a la Cruz y la Virgen en Socuéllamos, Ciudad Real. Los festejos empiezan en la noche del 30 de abril, cuando los mayeros comienzan su recorrido desde la Parroquia de la Asunción, donde interpretan el Mayo a la Virgen y continúan por las Cruces de la ciudad que han confeccionado y engalanado los vecinos con bordados, plantas aromáticas y flores. Las puertas de las casas se abren durante todo el mes, para que cientos de personas las visiten, canten los mayos y tomen la 'convidá': dulces tradicionales, zurra y vino.
En Pedro Muñoz, el 30 de abril, el pueblo se reúne para cantarle los mayos a las damas del pueblo casa por casa, en las que se ofrece comida y zurra a los intérpretes, previamente a esta ronda, los Mayos son cantados a la patrona del pueblo, la Virgen de los Ángeles.
De la misma manera, en Campo de Criptana, esa noche se cantan en primer lugar los Mayos a la Virgen de Criptana y después distintas bandas de música recorren las calles del pueblo cantando por las casas. Todos los fines de semana del mes de mayo, se siguen cantando a 'las Cruces de Mayo'.
En el pueblo toledano de Totanés, los mozos del pueblo rondan a las chicas con la tradicional canción de los Mayos a la Virgen. Corean una curiosa canción popular, con la misma música y entonación que la de los Mayos, que se conoce como 'canción de los sacramentos', en la que alaban las virtudes de la chica en relación con cada sacramento y que antiguamente finalizaba con la pedida de matrimonio.