Un martes más, otro manifiesto, velas y un minuto de silencio. El Consejo Local de la Mujer volvió a reunirse esta mañana en el parque de la Vega contra la violencia machista y en repulsa a los cuatro asesinatos cometidos en septiembre, una barbarie más de parejas o exparejas contra cuatro mujeres que no hay que silenciar. Así de claro lo tiene también la Asociación de Hombres por la Igualdad de Género (Ahige), encargada del manifiesto que puso el foco en la educación, en la labor de las administraciones, pero, sobre todo, en la explotación sexual y en el papel de los hombres «para levantar la voz y lanzar a la sociedad un claro mensaje de rechazo absoluto de las raíces de la violencia contra las mujeres».  

Javier Covarrubias, portavoz del colectivo, subrayó que los hombres «no se pueden quedar callados ni desentenderse del tema» ante la violencia machista o la trata de personas, con lo que es necesario que visibilicen su apoyo a la igualdad y su 'pelea' contra la cultura patriarcal y los micromachismos que están presentes y arraigados en la sociedad.

Además, Ahige recordó en el manifiesto que el pasado 23 de septiembre se celebró el Día Internacional contra la Explotación Sexual y el Tráfico de Mujeres, Niños y Niñas, instaurado por la Conferencia Mundial de la Coalición contra el Tráfico de Personas, e incidió en la grave problemática «de la trata de personas con fines de explotación sexual», un tipo de violencia «que tiene un impacto severo en las personas».

En este caso, Covarrubias dejó claro en la lectura que la trata de personas «está mantenida por una cultura patriarcal, machista, que cosifica los cuerpos imponiendo relaciones de desigualdad y deshumanizadoras». 

Por tanto, Ahige exige al Gobierno central que ponga en marcha más medidas y políticas adecuadas  «que combatan este delito hasta su definitiva erradicación». Además, destacó que las víctimas de la trata con fines de explotación sexual  se enmarca «en la violencia de género». De ahí  que el manifiesto ponga también en el centro a los hombres como demandantes «de ese tipo de violencia sobre los cuerpos de las mujeres».

En definitiva, Ahige solicita «una adecuada educación afectivo-sexual que entierre de una vez «los estereotipos de masculinidad hegemónica a través «de la dominación , el poder, la agresividad, y el estatus de superioridad con respecto a la mujer».

Ahige también aprovechó el manifiesto «para señalar a los hombres agresores y violentos» y  animó a denunciar y a apoyar los casos que conozcan, puesto que la violencia machista no puede justificarse en ningún caso «ni hay excusa posible».

Más educación. También la concejala de Izquierda Unida-Podemos del Ayuntamiento de Toledo, Olga Ávalos, reiteró su condena por esos cuatro asesinatos de mujeres en septiembre, al que se acaba de sumar uno más ocurrido en agosto, donde se hallaron dos cuerpos, el de un hombre y una mujer en una nave industrial abandonada de Torrejón de Ardoz tras un incendio. 

Ávalos mantuvo la necesidad de plantear una buena educación y dejar a un lado «la permisividad» que, en su opinión, se está produciendo en relación a los pinchazos para inocular alguna droga en mujeres jóvenes en discotecas o locales de ocio nocturno y cometer actos de violencia sexual.