El Servicio de Oftalmología del Hospital General 'Nuestra Señora del Prado' de Talavera cuenta tan solo con 4 de los 12 especialistas que tenía tras el cese o la marcha voluntaria del resto por las «represalia» de la Gerencia de Área a causa de sus peticiones en relación a las guardias. El pasado julio La Tribuna ya informó de la denuncia por parte del Sindicato Médico CESM-CLM de la «desbandada» de profesionales de este servicio ante el «maltrato» de la Gerencia.

Tal y como explicó entonces Jorge Curiel, responsable de Salud Laboral de este sindicato, uno de los motivos de esta marcha está en que, pese a que los oftalmólogos no tienen guardias de presencia física sino localizada, con la que «cobran la mitad» que si estuvieran en el centro hospitalario, se les requería de forma constante en el centro. 

Así lo ha corroborado a este diario uno de los oftalmólogos que ya no forma parte del servicio, quien además ha denunciado al Sescam por su despido «objetivo» en 2021 en este contexto de «presiones» por parte de la Gerencia de Área ante las demandas de los facultativos en relación al sistema de guardias en este área del hospital talaverano.

El facultativo, que tenía un contrato indefinido y fue despedido el año pasado «de forma ilegal», decidió demandar al Sescam por basar este cese en el hecho de que «no era español». El demandante explica que desde la Gerencia alegaron en primera instancia que su cese respondía a «que se había acabado el periodo de Covid» cuando él fue contratado antes de la pandemia, tal y como precisa.

En segunda instancia, señala que lo hicieron por una cláusula de su contrato que especificaba que «será también causa de finalización del mismo la incorporación, incluso temporal, de un Médico con el título de Especialista en Ciencias de la Salud de la categoría y plaza correspondiente, que tenga la condición de ciudadano de la Unión Europea (...)».

Una justificación que no es válida para el TSJCM, que ha emitido una sentencia a favor del demandante a la que ha tenido acceso este diario en la que recuerda que la legislación que regula el acceso al empleo público de Castilla-La Mancha determina que las personas extranjeras con residencia legal en España pueden acceder a las Administraciones públicas de Castilla-La Mancha como personal laboral en igualdad de condiciones que las personas de nacionalidad española. Por ello, el Tribunal sostiene que «por ello, el tratamiento que haya de darse a la contratación del personal extranjero ha de ser el mismo que el del personal nacional, sin que haya establecido un régimen especial o específico, habilitado legalmente, para la vinculación laboral de unos y otros con la Administración».

ilicitud. La sentencia deja clara la «ilicitud» de esta cláusula del contrato «con el derecho fundamental a la igualdad de trato que impide discriminar por razón de nacionalidad la aplicación de un único régimen jurídico». 

Un fallo tras el que desde el Sescam ya se han puesto en contacto con el demandante para ofrecerle su reincorporación al servicio, algo que ha rechazado, por lo que la administración deberá abonarle una indemnización estipulada por el Tribunal.

Este facultativo ha descartado su regreso al Hospital de Talavera y sostiene que «nadie» quiere trabajar allí en Oftalmología por la situación del servicio. «La situación va mucho más allá de que la gente se vaya porque quede lejos Talavera o por otra cosa, es más un problema estructural de la Gerencia y de los jefes de servicio de Oftalmología», expone este facultativo.

Si bien hace un año que no trabaja en el hospital talaverano, mantiene contacto con los compañeros que aún continúan ejerciendo allí y le han confirmado que solo permanecen 4 oftalmólogos, dos de ellos con plaza en propiedad.

«Éramos doce y habíamos conformado un servicio que tenía ya secciones», como oculoplastia y retina, pero se ha quedado como «un servicio general» con la marcha de 8 profesionales por las «represalias» adoptadas contra ellos ante sus solicitudes realizadas «para que se adopten medidas tendentes a optimizar la prestación del servicio de alertas localizadas de oftalmología del Hospital». Como explica al respecto, pese a que los oftalmólogos no tienen guardias de presencia física sino localizada, se les requería de forma constante en el centro. 

Para el demandante, estas peticiones fueron el desencadenante de «una actitud de acoso» por parte de la Gerencia. A raíz de eso, «uno a uno, a los que firmamos ese protocolo no nos reanudaron el contrato», asegura este especialista.