El Talavera logró romper su racha de tres derrotas seguidas y sumó un punto de oro ante un rival directo. Lo hizo tras neutralizar Rodrigo el tanto del DUX, logrado en propia meta por Víctor Ruiz nada más comenzar la segunda mitad. La repetición del mismo resultado que en el duelo jugado en El Prado hace retroceder al conjunto de Víctor Cea a los puestos de descenso.
Para este trascendental envite, Cea apostó por un 4-4-2, cayéndose del once gente importante como Bourdal, Góngora y Forgás. En su lugar, fuera de sus posiciones naturales, entraron Nicho, Víctor Ruiz y Toño Calvo. Un once con más piernas, pensando más en lo físico que en lo asociativo, como baza para oponer al DUX Internacional amigo de tener el balón.
El choque comenzó con un fuerte golpe del guardameta local Badiashile cuando no se habían cumplido dos minutos de juego, lo que tuvo el choque detenido otros tres. Esto hizo enfriarse a los dos equipos, que, reanudado el juego, no eran capaces de hacer que pasaran cosas. El equipo local tenía más el balón, aunque en campo propio. Sin apenas profundidad, a los pupilos de Alfredo Santa Elena se les bajaba la persiana a la hora de pisar el área y superar a la zaga del cuadro talaverano. Edu vivía plácidamente el partido desde su portería, puesto que los hombres vestidos de negro parecían completamente inofensivos. Algo más intranquilo estaba en la otra portería Badiashile, sin que tampoco tuviera que intervenir en exceso. Cuando el Talavera lograba tener algo más el cuero, lo movía con velocidad y precisión en campo rival. No lograban crear peligro, aunque al menos si se le vislumbraban más y mejores intenciones, aunque el resultado fuera el mismo: nada.
Dado este desarrollo de partido, la primera mitad se convirtió en un lento discurrir de minutos, en el que poco interesante pasaba. Por no haber, no había apenas faltas. Por rescatar algo, un lanzamiento desde fuera del área de Dani Pichín, que atrapó sin problemas Badiashile tirándose al césped. Por parte madrileña, un par de lanzamientos de falta directa desde la frontal del área, obra de Álvaro Martín, que se marcharon directamente fuera.
En los últimos compases del primer tiempo, el DUX Internacional dio un paso al frente. Aunque solo fue territorialmente, puesto que los jugadores de Alfredo Santa Elena seguían sin ser capaces de crear peligro real más allá de una carrera de Barral en solitario a la que se anticipó bien Edu. Sin embargo, cuando comenzaba el tiempo añadido y después de un paradón de Edu a disparo de Bonaldo, Marcos Bravo fue derribado claramente dentro del área y Sesma Espinosa, sin dudarlo, señaló el máximo castigo. Un penalti que se responsabilizó de lanzar Rubén Ramos y que acabó errando con la colaboración de Edu. El jugador local lo lanzó a la derecha del meta tudense, que pareció llegar a rozar con los dedos lo justo para que el balón impactase en el poste.
Después del intermedio no pudo empezar peor la cosa para el Talavera. A los 15 segundos de la reanudación, un centro desde la banda izquierda de Marcos Bravo, lo acabó introduciendo Víctor Ruiz en su propia portería ante la presión de Mancebo. Un gol de esos llamados psicológicos, que, sin embargo, no minó la moral del cuadro talaverano, puesto que, poco después, Toño Calvo estrelló el balón en la parte inferior del larguero, botando el esférico sobre la línea de gol.
Pese a lo ajetreado que empezó el segundo tiempo, rápidamente se volvió igual de soso que el primero, con dos equipos que movían y tocaban el balón en horizontal y sin superar a la zaga rival. Las ocasiones de gol brillaban por su ausencia, y los porteros no tenían que intervenir.
Parecía condenado el equipo de Cea a quedarse una semana más sin sumar, hasta que en una acción aislada logró empatar. Rodrigo recibió el balón en la imaginaria línea de tres cuartos de cancha. Tras darse la vuelta remató hacia portería. El balón tocó en el interior del poste izquierdo antes de alojarse en la portería del DUX.
Restablecida la igualada, ambos entrenadores comenzaron a mover el banquillo, aunque sin alterar sus esquemas, como tampoco se alteraba el partido. Aunque el Talavera jugaba más en campo contrario, seguía sin ocurrir nada, hasta el último minuto del añadido, en el que Forgás tuvo la victoria en sus botas con un disparo desde el área pequeña que desbarató Badiashile, tras el cual, se pitó el final del partido.