A Casado ya no lo quieren ni en Toledo

F. J. R.
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El clamor que exige un Congreso Extraordinario para decidir el nuevo liderazgo del PP llega a la dirección del partido en la provincia cinco días después del mensaje inicial de apoyo de Velázquez a Casado

A Casado ya no lo quieren ni en Toledo - Foto: Yolanda Lancha

El tsunami Ayuso ha llegado hasta las costas de Toledo. Han sido necesarios cinco días de réplicas para que el seísmo que sacude el corazón del PP haya sido aceptado por el máximo representante del partido en la provincia, un Carlos Velázquez al que la inmediatez de las redes sociales le ha costado un disgusto.

Y es que, las primeras 24 horas de la guerra abierta a cañonazos desde Génova en dirección a la Puerta del Sol, con un supuesto espionaje negado por la dirección nacional del PP a la presidenta de la Comunidad de Madrid y las sospechas sobre los contratos otorgados a su hermano, propiciaron que el presidente del Partido Popular en la provincia de Toledo publicara en sus redes sociales un mensaje abierto pero con un claro apoyo a Pablo Casado.

«Todos compartidos la defensa de los principios y valores del PP. Trabajamos desde el PP de Toledo con lealtad, honestidad e integridad para que nuestro presidente Pablo Casado sea presidente de todos los españoles», escribió Carlos Velázquez el pasado viernes a raíz de lo que estaba ocurriendo en Madrid, una opinión que con el discurrir de los acontecimientos cambió en la jornada de ayer.

«En el PP tenemos la responsabilidad de escuchar a nuestros afiliados y recuperar la confianza necesaria para ser la alternativa que España necesita contra el gobierno de Sánchez. Es el momento de convocar un Congreso Extraordinario y urgente que sea garantía de unidad y futuro», planteó Velázquez más en la línea de lo que es un clamor en su partido, abriendo la puerta de esa «salida digna» que busca el propio Casado a todo este asunto, que le ha explotado en toda la cara y cuyas repercusiones habrá todavía que calibrar.

De momento ayer ya se fraguó la dimisión del secretario general del Partido Popular, Teodoro García Egea, uno de los valedores de Carlos Velázquez a la hora de tomar las riendas del PP en Toledo. Y está previsto que hoy Casado se reúna con todos los líderes regionales del PP para preparar la Junta Directiva Nacional de la próxima semana. Puede ser el momento para anunciar su marcha, y dar comienzo una reestructuración del partido que deja a Ayuso como gran triunfadora y a Núñez Feijóo como el pacificador necesario.

En esa línea se posicionó el presidente del PP en Castilla-La Mancha, más afín al círculo de Ayuso y castigado por el azote de García Egea, auténtico terror de los líderes territoriales del partido.

«Siempre lo he hecho y lo seguiré haciendo, escuchar a las bases. Ayer expresé públicamente la necesidad de tomar soluciones con unidad y consenso para solventar la situación del partido y hoy lo he hecho junto a los presidentes provinciales y el Comité de Dirección del PP de Castilla-La Mancha», escribió ayer Núñez para dejar clara su postura.

En la misma línea se mostraba horas antes Pilar Alía,  senadora por Toledo, que, con 30 años de afiliación, no podía ocultar el dolor de esta situación, a la calificaba de «insostenible» y que «pone en evidencia el afán al cargo y al sillón que tienen muchos, demostrando que lo último son los afiliados. La política no es un trabajo a perpetuidad, es vocación de servicio público y ayuda al bienestar de los ciudadanos, y más con la situación económica que vivimos». 

Alía también pidió la convocatoria urgente de un Congreso Extraordinario, ya que para ella el PP necesita «líderes que anteponga su servicio a España, y a sus afiliados, frente a los intereses personales». Queda claro con quién va la senadora.

En el Ayuntamiento de Toledo, por su parte, ha imperado el silencio. El portavoz de los 'populares', Juanjo Alcalde, no ha dicho esta boca es mía, pero al menos uno de los suyos, el edil Pablo Corrales, tuvo la delicadeza de salir al paso. «Como militante del PP, como concejal del PP, como ciudadano de a pie, solo puedo pedir perdón por el espectáculo. Yo, pese a todo, seguiré trabajando por y para Toledo», escribió en Twitter.

La guerra civil de los 'populares' ha durado poco. La victoria ha sido aplastante y ahora llega el momento de ver si impera la represalia o la concordia.