Más allá de su faceta política, ¿quién es Julio Comendador?

Julio Comendador es un toledano de toda la vida de 38, con formación de doctor de Ingeniería de Caminos por la Politécnica de Madrid, recientemente, también graduado en Ciencias Políticas por la UNED. Toda mi experiencia profesional ha estado ligada al mundo de la docencia, de la investigación, del transporte y la logística. Acabé la carrera justo en la crisis de 2008. Antes los ingenieros de caminos hacíamos de todo, pero entonces me cayó como una losa esa situación económica y se me abrieron las puertas de la investigación y la docencia. Entré en un centro de Investigación del Transporte. Disfruté de una beca de formación que me llevó seis meses a California. Cuando me dicen que no parece que sea toledano, digo que he visto mucho mundo, tengo mucho que agradecer a las becas y a todos los profesionales que me han ido enseñando. Mi especialidad es Urbanismo. Estos temas profesionales son los que me condujeron en mi faceta política más municipal. En lo personal, soy el pequeño de siete hermanos. Me casé en el confinamiento. Ese es Julio Comendador, ahora mismo en excedencia, por haber estado ligado a la Diputación, en primera línea de política durante estos cuatro años.

¿Qué queda de aquel niño que jugaba a la pelota en Zocodover?

Soy de las últimas generaciones de toledanos del Casco. Quedan cosas de ese Julio Comendador pizpireto que llegaban las cinco de la tarde y no tenía tiempo para la siesta porque quería salir a la calle. Lo del fútbol se me da bastante peor y prefiero no practicarlo, no me tuerza el tobillo; pero de ese Julio que le gusta la calle, tocar piedra y hablar con la gente, queda mucho.

¿Cómo llegó aquel Julio a política?

Un poco por la parte de formación y profesional, porque soy urbanista y siempre me ha gustado lo local. Al estudiar cómo evolucionan otras ciudades he pensado que no puede ser que ciudades como Málaga o San Sebastián, por poner dos ejemplos españoles, hayan progresado mirando al futuro sin perder su esencia, mientras que Toledo siga tan estancada. Siempre he dicho que había que dar un paso al frente. Me remueve mucho la etapa de desafección política de 2011, donde todos pedíamos mayor regeneración democrática, transparencia y rendición de cuentas. No me veía en política con veintitantos años, pero cuando me planté en los treinta, decidí dar un paso.

¿Por qué Primero Toledo?

Con el nombre lo decimos todo. Es poner Toledo primero. Somos una agrupación de electores, quiero decirlo, no es un partido político. Nace de cada una de las conversaciones que he tenido durante esta legislatura, en la que he estado en primera línea de política, con el toledano de a pie, que me decía que es de agradecer mi cercanía, «pero ojo lo que estorban los partidos políticos tradicionales a la hora de que ciudades como Toledo puedan avanzar de una manera eficaz». Yo siempre le he dado la vuelta a que tenía que haber alguna fórmula para que las personas independientes que me pedían un paso al frente estuvieran dispuestas a plantearse un proyecto pensando en Toledo, donde lo primero sea Toledo; que sea un proyecto serio, como estamos explicando, pero que ponga a Toledo en el centro para mejorar la ciudad a espaldas de los partidos políticos. Porque si dependemos solo de los partidos políticos nacionales es muy difícil que proyectos locales como este salgan adelante.

Hemos visto caras más o menos conocidas durante su presentación y ya ha dado el nombre de Laura García. ¿Quién más le acompaña?

En la primera semana me eché el equipo a la espalda para presentar el proyecto a la prensa. Pero a partir de esta semana ya vais a ir viendo todas las caras de las personas que están conmigo. Buscábamos algunas caras visibles, que conocerán en barrios como Polígono y Santa Bárbara. Pero pido un poco de paciencia para dar nombres.

¿Usted qué quiere para Toledo?

Quiero un Toledo que dé un paso al frente en su esencia, la Cultura y el Patrimonio. Se pueden buscar muchos modelos de ciudad para avanzar perfectamente compatibles para Toledo, en Logística, en Deporte, lo pondremos sobre la mesa. Pero yo lo que quiero poner en el centro es un crecimiento económico que se base en la Cultura y el Patrimonio. No podemos vivir de las rentas. Estoy cansado de llevar a la gente a ver Toledo desde el Valle, que es muy bonito. Pero no podemos vivir de esa vista de Toledo desde el Valle. Hay que dar un paso al frente. Toda la oferta cultural es muy pobre, no aparece en ninguno de los indicadores culturales serios. Todas las ciudades referencia en Cultura en España tienen su festival, su semana de la cultura de algo muy concreto, pero en Toledo nos quedamos con lo de siempre. El Corpus y la Catedral son muy bonitos, pero no lo vendemos de una manera seria, contando con profesionales. La Cultura va a ser uno de los ejes de este proyecto que llevamos. Luego hay mucho Patrimonio en Toledo por explotar, del que si quisiéramos podríamos vivir bien, primero los residentes, gracias a los que tenemos un Toledo vivo. Hay temas de Patrimonio, como la Vega Baja, que lo tenemos como de nuestros ejes, que es el corazón de Toledo, que no puede ser un estercolero durante tantos años sin una solución.

Tengo muy claro la Cultura y el Patrimonio, y otro modelo en que Toledo necesita dar otro paso al frente es el Medio Ambiente, donde por supuesto que está el Tajo, y un Toledo Verde. Ahora estamos viviendo las reformas típicas preelectorales, en algunos sitios se está forzando a plantar árboles de cualquier manera. Pero tenemos que hacer un proyecto serio de Toledo verde, que tiene que ser compatible con un río Tajo limpio del que nos sintamos orgullosos. De verdad que los ríos se pueden limpiar al paso por las ciudades. Nos están engañando desde hace tiempo solo con el sambenito del trasvase. Hay mucha dejación desde la política local con el Tajo.

El tercer eje de mi Toledo son las personas. Me conocéis, mi preocupación son las personas más vulnerables y no podemos dejar a nadie atrás. Haremos todo un paquete de propuestas preocupados por nuestros mayores, personas con discapacidad o soluciones a los jóvenes.

¿Es un lastre tener tanto turismo y tanto patrimonio para promocionar la Cultura para los toledanos?

Nos falta hablar de la cultura para nosotros. Por ejemplo, Puy du Fou ha podido ser una oportunidad para Toledo, pero la ciudad como tal no se está aprovechando directamente. ¿Por qué no buscar un encaje en que Puy du Fou, por lo menos una vez al mes, sea una oferta también para los toledanos, que también lo hagan suyo? Luego tenemos muchas alternativas, como un Parque de las Tres Culturas con un auditorio que si alguna vez alguien le hace un buen uso podría traer oportunidades serias.

Patrimonio aparte, ¿cómo creamos más riqueza para los toledanos?

Aquí está el sambenito de tratar de traer empresas al polígono industrial. Ese es un modelo industrial del siglo XX, que viene bien y que ha dado muchas ofertas de trabajo en su momento. Pero hay debates en las que, como ingeniero, me he puesto muy serio a desmentir muchas falsedades que se han dicho durante esta legislatura, por ejemplo, sobre la falta de tren de mercancías, que la alcaldesa intenta ligar con el trazado del nuevo AVE, pero no tiene nada que ver. Si hubiera una apuesta seria donde se pusiera primero Toledo y se hablara con el ministro adecuado para decirle que la ciudad necesita un tren de mercancías, el polígono industrial crecería de manera seria. Luego está la vía que a mí me interesa y en la que pienso que Toledo podría tener una gran oportunidad, la Ciencia y la Investigación. Quiero hablar de la Universidad, de los jóvenes y de todo el talento que tenemos en Toledo. Hay muchas ciudades que se han reinventado con la Ciencia y la Investigación, ciudades alemanas que antes vivían de la minería, por ejemplo. Ahora son ciudades que han dado un paso al frente con sus centros de investigación, yo he trabajado en alguno de ellos. El Ayuntamiento puede sacar un win win si todo sale bien. Se pueden fomentar las Humanidades, como aprender español en Toledo, pero también cuestiones técnicas, como la Escuela de Arquitectura, que comienza a ser muy valorada.

Como urbanita, ¿cómo diseñaría la ciudad?

El Plan de Ordenación Municipal no se ha aprobado porque no han querido. Que no se haya aprobado es una oportunidad para los que de verdad venimos con ideas serias de diseñar el Toledo que queremos. El diagnóstico es muy claro, lo tenemos todos perfectamente asumido, es una ciudad muy dispersa. Hay que jugar con un modelo de densidades medias, llegar a cierto punto en el que no hagamos ni solo bloques de pisos, ni solo barrios de unifamiliares. Jugando con las densidades medias, poco a poco podríamos ir compactando la ciudad. La dificultad es hacer eso con un buen modelo de Movilidad. Este es otro de los temas donde yo he estado trabajando, sobre el que hice mi tesis doctoral. Hay que ser muy serios y poner por delante siempre al residente, facilitarle su acceso con vehículo privado y con autobús. Estamos desperdiciando el diez por ciento de nuestro presupuestos anual, diez millones de euros, en un transporte público bastante ineficiente y que solo usa el que no tiene más remedio. Hay que hacer un modelo de transporte atrayente. No hay que inventarse nada, ir a modelos que ya existen, como un bus vao para el acceso al Polígono y la circunvalación, para que los usuarios puedan acceder al transporte desde un parking disuasorio. Hay que hacer esos modelos con valentía, de primeras se puede cometer algún error, pero hay cambiar la Movilidad para un nuevo modelo de ciudad.

¿Y faltan ya infraestructuras?

Sí, faltan muchísimas. Nos hemos empeñados en hacer un hospital en el Polígono sin infraestructuras para acceder. Es algo bastante ilógico, pero en esta ciudad siempre hacemos este tipo de cosas; estamos hablando qué hacer con Vega Baja, pero tampoco estamos diseñando ese plan de movilidad necesario, cuando Mas del Ribero también tiene atascos por la mañana. Hay que ser serios. Un ejemplo concreto, echo en falta que se haya renovado Barber deprisa y corriendo, porque llegaban las elecciones, y no se haya pensado en un carril bici que dé continuidad al de la Ciudad Universitaria, y que en Palomarejos y Santa Teresa se fomente otro tipo de Movilidad más sostenible y moderna, donde nos sintamos en un siglo XXI.

¿Qué opina del Turismo, apartamentos turísticos y macrohoteles?

A ese tema hay que meterle mano con valentía. Hablábamos antes de Laura García. Conmigo hay personas que tienen ideas muy claras para atajar todos estos problemas. Porque insisto, este no es solo el proyecto de Julio Comendador. Ahí siempre, y lo tenemos muy claro, hay que poner al residente en el centro. He sido muy beligerante con que hayan cortado uno de los sentidos de Reyes Católicos para el residente, cuando al final los visitantes pueden bajar por el Cambrón desde la Granja, y al residente le cortas Movilidad. Poniendo al residente en el centro, teniendo clara cuál es la capacidad de oferta de vivienda que puede asumir un residente, vamos a ir edificando, poco a poco, todo el modelo turístico. No puede ser que haya toledanos que al volver del extranjero quieran vivir en el Casco y se encuentren que la oferta de pisos es totalmente inasumible, pero si quisieran ir a un apartamento turístico, todo facilidades. Es un problema y hay que buscar soluciones, porque el Casco se está quedando sin habitantes.

En Toledo siempre hay quejas por la falta de Participación.

En la presentación decía que quiero que este sea el proceso más valiente y participativo que conozca Toledo. En mi formación siempre he creído en la participación. Cuando no era concejal y después como concejal he ido a muchos consejos de participación, porque me gusta. Me gusta ver cómo los vecinos hablan de los problemas de Toledo. Mi diagnóstico es que en esos consejos estamos los cuatro de siempre. En Participación Toledo tiene una deuda pendiente y hay mucho que hacer. No paro de darle vueltas. Mi trabajo de Fin de Grado de Ciencias Políticas el año pasado fue sobre el modelo de consultas ciudadanas vinculantes, y me preguntaba por qué no se podía preguntar en Toledo una vez al año sobre ciertos temas desde un punto más cualitativo que económico, como el nombre de una calle, con el objetivo de involucrar a la gente en el día a día de la política municipal. El modelo de participación asociativo de los años ochenta ha cambiado. Por eso nosotros nos acercamos con este modelo de redes. Eso hay que acercarlo a la política municipal y al día a día. Es nuestro compromiso, el toledano no está para votar cada cuatro años, hay que rendirle cuentas todos los días.

¿Son seguros Toledo y barrios como el Polígono?

Comparado con cualquier otra capital regional en España, podemos sentirnos orgullosos de que Toledo es más segura. Pero no podemos conformarnos con eso. La seguridad va por barrios. También hay en el equipo una persona que vive problemas de seguridad en el Polígono, que durante mucho tiempo me ha estado contando que nadie hace nada y que hay que buscar soluciones. Creo que no pasa nada por decir los problemas que tiene Toledo, no estamos estigmatizando ningún barrio, y las soluciones se afrontan diciendo dónde están los problemas. Ya hemos roto el tabú de los suicidios para poder abordarlos. No pasa nada por decir que hay barrios en Toledo más seguros que otros y hacer actuaciones.

¿Cuál es el recuerdo que le va a quedar de su paso por Ciudadanos?

Voy a recordar personas, actos, de estas carpas que hacíamos, de noches electorales... Se me pone la carne de gallina de experiencias tan buenas. Muchas personas me decían que éramos amigos de toda la vida y no es así, nos conocimos en el partido. Me llevo muchas personas, me llevo el sinsabor de un proyecto que podría haber sido mucho y que se quedó en lo que se quedó. Los que tenemos la forma de pensar que no hace falta irnos a los extremos para hacer política nacional nos quedamos con ese mal sabor de boca de que por algunas decisiones Ciudadanos pagó sus errores más que nadie. No sé si habrá en un futuro más o menos cercano un proyecto nacional que vuelva a aglutinar ese espectro ideológico. Todo son recuerdos buenos los que me llevo de Ciudadanos.

¿Comprende el enfado de sus excompañeros?

Entiendo el malestar de compañeros de Ciudadanos de otros políticos de Toledo que representan a partidos nacionales, porque la presentación de Primero Toledo duele. Nos hace entender que la irrupción de este proyecto no es visto como moco de pavo. Lo que no entiendo son algunas descalificaciones hacia mi persona, porque vienen de personas que me conocen. En lo personal he estado defendiendo a Ciudadanos como diputado y tengo la conciencia muy tranquila. Todos los pasos que he ido dando en política los he hecho con coherencia. Por supuesto que habré podido cometer muchos errores, pero yo renuncié a las dietas del Ayuntamiento, y he visto con los técnicos los pasos a dar con mis cargos, e incluso hemos aparecido con Primero Toledo en unos tiempos en los que se han acabado los ciclos políticos. No van a encontrar una mala palabra mía contra Ciudadanos.

Su proyecto hay a quienes le recuerda el de Ángel Rosa, que no llegó a salir elegido, o al de Ganemos Toledo, que sacó cuatro concejales.

Lo primero que tenemos que hacer es mucha pedagogía para explicar que esto no es un partido político. Eso es lo novedoso. Nosotros podemos recordar ciertos movimientos, pero nunca en la historia democrática de Toledo opta a las elecciones una agrupación de electores, con lo que eso supone, de tener que recoger 1.500 firmas durante abril. Nace de un proyecto que no es político, de muchas personas que me han dicho que lo que necesita Toledo es eso. Por eso, no nos ponemos límites, si somos capaces de trasladar todo esto toledano a toledano, no nos va a parar nadie. Estamos convencido de que con el espectro que tenemos, siendo un proyecto serio y estructurado, va a ser bien acogido por nuestros paisanos.

Pedagogía en la que, de momento, están trabajando mucho en redes.

 Había una incógnita sobre cómo íbamos a irrumpir, y el mismo día que nos presentábamos estábamos alucinando. Cuando todavía no habíamos lanzado la campaña 'Hazte simpatizante' para que la gente se acerque sin ningún compromiso, y sin querer nos habíamos acercado a las cien personas.