Su objetivo, lo ha dicho siempre la alcaldesa de Toledo, Milagros Tolón, es acabar con el trasvase Tajo-Segura, herencia de la dictadura, porque cree que existen otras alternativas para el riego en Levante. De momento, el Plan de Cuenca del Tajo que ha llegado este martes al Consejo del Agua, donde Toledo ha estado presente como ciudad, «es un punto de partida importante a tener en cuenta, porque vamos poco a poco, pero se cambia la filosofía».

Es así, recordó la primera edil, porque cumple con dos objetivos fundamentales, como son el aumento de los caudales ecológicos y la depuración en Madrid. Para el Ayuntamiento es «muy interesante» el caudal mínimo fijado para Aranjuez, porque va a afectar a toda la cuenca y directamente a Toledo, es decir, hará que llegue mayor cantidad de agua y que se limiten los trasvases a Levante.

En segundo lugar, destacó Tolón, se va a mejorar la depuración en Madrid. En concreto, habló de tres grandes depuradoras, como son las de La China, Butarque y la Sur. «que son esenciales para que las vertidas al Tajo sean depuradas». Este Plan de Cuenca «aumenta la depuración en estas tres grandes depuradoras para que la vertida del Jarama al río Tajo sea agua depurada, cosa que ahora no está ocurriendo».

De forma que para Tolón este Plan es un buen punto de partida, que al menos marca un cambio de tendencia en el trasvase Tajo-Segura, «se abre una esperanza y un punto de partida importante, al aumentar los caudales ecológicos reales y porque aumenta la depuración en la Comunidad de Madrid, que es lo que hace, con el trasvase, que el agua esté contaminado».