Faltaban escasos minutos para las 17:30 horas y el detenerse del motor del coche dio paso a un llanto desgarrador. Un llanto que preguntaba «por qué» y repetía el nombre de la víctima y el trágico desenlace «me la han matado». Una atronadora ovación retumbó en el interior de los muros de la Parroquia de San Pedro Apóstol de Burujón. El templo abarrotado recibía a Isabel para celebrar su misa funeral tras haber sido asesinada en la mañana de ayer por su expareja.

Un día después del brutal asesinato a escasos metros de su lugar de trabajo en Maqueda, la localidad burujonera se daba cita para despedir a su vecina. Cientos de personas poblaban el templo al incio del oficio religioso durante el cual la emoción estuvo latente en todo momento. Las lágrimas de los vecinos y amigos de la difunta servían de homenaje a la memoria de alguien que «se había marchado demasiado pronto», tal y como predicaba el sacerdote durante la homilía. El presbítero reconoció desde el ambón que «es incomprensible desde el punto de vista humano este suceso», para reconocer que él mismo se encontraba en 'shock' y que los sentimientos que brotaron en un primer momento en todos los cercanos a la fallecida «fueron de ira y rencor». Aprovechó el sacerdote el primer viernes de cuaresma para hacer referencia al Viernes Santo, recordando que después de la muerte llega la vida, en clara voluntad de confortar en el duelo a los familiares y amigos. El despreciable asesinato deja consternada a la localidad de de 1.300 empadronados, que recuerda con buenas palabras a su vecina como los testimonios así lo indican.

El funeral se alargó  durante casi una hora y a la salida, miles de personas aguardaban la salida del féretro para dar el último adiós a su vecina. Varias coronas de flores, ramos y centros repartidos entre los dos coches fúnebres abrían un cortejo multitudinario que se condujo hasta el Cementerio Municipal.

TRES DÍAS DE LUTO. La consternación en el municipio fue tal al enterarse de la noticia que el Ayuntamiento de Burujón decretó tres días de luto oficial desde el día del crímen. Durante este periodo las banderas ondean a media asta y se suspendieron diversos actos programados en la localidad. El Consistorio calificaba a través de Facebook el «tan trágico» suceso como un acto «de maldad, crueldad y mezquindad absolutas» y recordaba a la víctima «con esa alegría de la que siempre hacía gala». Se trata del primer crimen de violencia machista en Castilla-La Mancha en 2022.