Una muralla de época de Abderramán III

E. P.
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Los primeros estudios confirman que se trataría de un tramo de muralla del primer tercio del siglo X, en el que se emplea la técnica de sillares a soga y tizón, pertenece a la denominada arquitectura oficialista del Califato Omeya

Una muralla de época de Abderramán III - Foto: Yolanda Lancha

El hallazgo de tres nuevas torres y 30 metros de muralla en Toledo pertenecen a las obras de Al-Hizam construido por el Califa Abderramán III en Toledo en el primer tercio del siglo X, según los primeros estudios.

Asimismo, este hallazgo permite documentar arqueológicamente por primera vez el cierre suroriental de esta área palatina de los Omeyas en la ciudad de Toledo.

El aparejo de esta obra, realizado mediante una técnica de sillares a soga y tizón, pertenece a la denominada arquitectura oficialista del Califato Omeya, donde se muestra el poder a través de las formas de edificación en sillería y modulación de las piezas en su colocación.

Durante la ejecución de las obras de emergencia que realiza el Ministerio de Cultura y Deporte para la consolidación del tramo de la muralla de Toledo sobre el paseo de Cabestreros, de titularidad estatal, se ha descubierto un conjunto de estructuras de tres torres y una base de muralla de unos 30 metros que estaban ocultas, tal y como ha informado el Ministerio en nota de prensa.

Los trabajos, llevados a cabo por la Dirección General de Bellas Artes, a través del Instituto de Patrimonio Cultural de España (IPCE), cuentan con una inversión inicial de 237.601,95 euros, aprobada el pasado 24 de noviembre en Consejo de Ministros, a propuesta del ministro de Cultura y Deporte, José Manuel Rodríguez Uribes.

Gracias a los trabajos de control arqueológico, al realizar los tareas de limpieza de la muralla, se ha podido documentar la presencia de un torreón de planta rectangular, así como un tramo de muralla de origen andalusí. A partir de este primer hallazgo e, incorporando los estudios de Arqueología de la Arquitectura y análisis arqueométricos, se ha podido detectar cómo, embutida en fases posteriores, existen dos torres más que fueron amortizadas por construcciones modernas, principalmente por la construcción del Hospital de Santiago.

Por otro lado, al haber podido constatar la cronología y presencia de este gran espacio Omeya, se podrá comprender mejor el resto de los tramos de muralla de este costado de la ciudad, donde pueden existir más tramos de este recinto que, hasta la fecha, no han podido ser encuadrados cronológicamente.