«Tiene Algo Especial»

Mario Gómez
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Daniela González Mora, con tan solo 10 años, rompe barreras en redes dando visibilidad a las personas TEA. Su hermano Hugo es su referente, «es un superhéroe»

Daniela no pierde de vista a su hermano Hugo y se desvive por él. - Foto: David Pérez

A menudo las historias que llenan las páginas de periódicos, los minutos de radio o las horas de televisión abordan sucesos que por su crueldad, dureza o injusticia hacen que estar informados, sea sinónimo de conocer un mundo desigual, cruel, o inicuo.

Pero en ese mar de noticias lúgubres y oscuras, de hechos delictivos y asesinatos historias como la de Daniela, suponen un rayo de luz para seguir creyendo en el ser humano. 

Precisamente este halo de luz nace de la dureza de las palabras de una madre. Daniela a sus 10 años escuchó que una de las mamás de su cole, explicaba que ya le había contado a sus hijos que «Hugo estaba enfermo, que no pasaba nada, solamente tenía TEA».

«Mi hermano no está enfermo, tiene superpoderes». Es la inocente definición que hace Daniela para La Tribuna de su hermano Hugo, al que no deja de seguir con la mirada mientras habla en Zocodover. La inocencia y decisión de Daniela, choca con las afiladas palabras de aquella persona adulta. 

Quizá muchas veces la madurez y la visión correcta de las cosas, no está en la edad, sino en la sencillez de mirar la vida con los ojos de un niño. Sin planteamientos enrevesados ni explicaciones argumentadas, sino con la candidez de quien todo lo ve sencillo, porque en definitiva, muchas veces la vida es mejor, si se plantea de forma simple o desde otro punto de vista.

Todo ello llevó a Daniela a comenzar una campaña en la que pretende visibilizar el autismo. Un trastorno que presenta 1 de cada 100 personas en España. Una condición que afecta a la comunicación socialización y conducta, pero que Daniela desvela que «quizá son hasta mejores que nosotros, porque saben comunicarse más y tratarnos de mejor manera».

Quizá Daniela aún no lo sabe, pues su meta no es más que la de dar visibilidad a niños como su hermano Hugo, pero en redes se ha convertido en un fenómeno viral. Desde su cuenta de Instagram, son cientos las fotos y etiquetas que día tras día suben anónimos y famosos con las coloridas pulseras de puzzle.

Caras tan reconocibles como el luchador brasileño de MMA Luis Carlos de Brito; Roberto García, 'Oslo' en La Casa de Papel; el periodista de CMM José Miguel Martín de Blas; el torero Juan Leal; los cocineros Samantha Vallejo-Nágera y Pepe Rodríguez, de El Bohío; son algunos de los rostros a los que se suman docentes, sanitarios, bomberos, policías «y cada día más y más gente», ya han mandado su foto con la pulsera de TEAmo_campeón. 

Así lo cuenta Daniela, quien en todo momento está pendiente de su hermano durante la entrevista, ya que «tengo una relación genial con Hugo, juego y trabajo mucho con él».

 De forma dinámica explica que «las pulseras sirven para dar visibilidad», y dado que ahora mismo las redes sociales son un filón, esta pequeña gran toledana anima a «subir una foto a Instagram, mencionando a @TEAmo_campeon, o quien no lo tenga que le haga llegar la foto y ellos la comparten». 

La sociedad se ha volcado con la iniciativa, y son decenas de peticiones las que está recibiendo esta familia; pues tras la iniciativa de Daniela, sus padres se volcaron con ella.

Mónica e Iván, son los encargados de controlar los mensajes que se reciben y canalizar las demandas que llegan. La entrega de las pulseras, y los envíos «cuando hacen falta», corren por su cuenta, pero sí que solicitan, como es lógico, la colaboración simbólica de 1 euro por pulsera, para disminuir los costes. «Estamos desbordados», cuentan entre risas; bendito 'desborde', que está haciendo que el TEA gane en visibilidad.

Desde partidos de fútbol sala, hasta comisarías de policía, parques de bomberos, programas de televisión y eventos de toda índole se están integrando este puzzle de colores cuyas piezas dejan claro que no es ninguna enfermedad, sino «una forma diferente de ver la vida, es como la de un superhéroe». 

Gracias a Daniela, la conclusión es que el prisma para ver la vida; en ocasiones es mejor hacerlo desde metro y medio de altura, y 10 años de puro corazón, ya que «me encanta la vida con él porque es un campeón, con mi hermano la vida y todas las cosas son más bonitas», concluye.