Marañón da por salvada Vega Baja, pero pide su puesta en valor

J. Monroy
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El siguiente paso debe ser poner en valor la zona, afrontar el proyecto arqueológico y abrirla a la ciudadanía

Marañón, ayer en la Escuela de Arquitectura. - Foto: Yolanda Lancha

Gregorio Marañón y Bertrán de Lis da a Vaga Baja «por no destruida, pero la salvación nos aguarda». El que fuera máximo exponente en la defensa de los restos entiende que, efectivamente, los mismos se han salvado de la especulación inmobiliaria, pero ahora hay que ponerlos en valor y dejarlos en condiciones, también por el bien de la ciudad.

Para Marañón, «al menos lo que estamos viendo, los signos de un lado y de otro, son signos que me parecen esperanzadores». Optimista por naturaleza, reiteró, no obstante su compromiso por seguir luchando por la ciudad.

A su juicio, los últimos movimientos en torno a la zona arqueológica, tanto el convenio entre las tres administraciones como los movimientos en Europa de Sociedad, Patrimonio y Cultura «son todo preocupaciones, ideas e interés, que sigue despertando Vega Baja». A partir de ahí, la asignatura pendiente, una vez salvada de la especulación inmobiliaria, es la de ponerla en valor, afrontar el proyecto arqueológico y abrirla a la ciudadanía, más allá de un espacio vallado decadente y sucio, «preservado de la destrucción, pero no adecuado a lo que la ciudad necesita».