El corredor sobre el tejado

F. J. R.
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El confinamiento está siendo duro para los amantes del deporte y en la Plaza de los Vecinos de San Antón uno de ellos no dudó en subirse a una pequeña azotea para realizar algunos ejercicios

El confinamiento está siendo muy duro para los amantes del deporte. Echan de menos poder ejercitarse al aire, sentir el viento y el sol en su cara y poder dejar así un poco atrás esta particular pesadilla del coronavirus. Algunos afortunados tienen amplios patios en sus casas, pero para los urbanitas que no tienen más remedio que vivir recluidos en unos pocos metros cuadrados la situación se torna muchas veces imposible. Pero la necesidad agudiza el ingenio.

Eso es lo que le debió pasar por la mente a un vecino del barrio de San Antón que el pasado lunes, sobre las 19:30 horas, no dudó en subirse al tejado para ejercitarse.

La imagen, vista por muchos desde las viviendas cercanas, era sorprendente. Parecía que el hombre hacía ejercicio en lo más alto de un tejado de dos aguas, con el consiguiente peligro de caída.

El corredor sobre el tejadoEl corredor sobre el tejado

Solo era, por suerte, un efecto óptico. El edificio, de cuatro pisos de altura, cuenta con una pequeña terraza para instalación de equipos de aire acondicionado. No más de tres metros cuadrados de superficie comunitaria a la que el particular deportista no dudó en acceder para realizar sus ejercicios.

Con todo, la normativa del confinamiento deja bien claro que no se puede hacer uso de las zonas comunes de las urbanizaciones, y aunque esa sea particularmente de difícil acceso, incumple los dictados del confinamiento. Un mal ejemplo de este atípico corredor sobre el tejado.