Primero fue el 'boca a boca' y después las redes sociales. Con eso bastó para que la Campana de Oropesa iniciara un movilización a favor del pueblo ucraniano que ya ha ubicado a 10 familias recién llegadas a España tras la invasión rusa. De ellas, seis ya tienen un hogar a pocos kilómetros Talavera mientras que a otras cuatro se las espera en los próximos días.

La iniciativa surgió de Javier Sánchez, vecino de Torralba de Oropesa, y su novia Marta, ucraniana. Los deseos de esta última de traer a su abuela de 82 años, desde Leópolis, al oeste de Ucrania, comenzó a mover la rueda. La anciana se lo dijo a otras personas cercanas que lo vieron como una salida al conflicto y preguntaron si había posibilidad de acoger a más familias. La oferta de vivienda en la comarca que Marta expuso en un grupo con población ucraniana en redes sociales, hizo el resto.

Por supuesto, el trabajo de Javier y Marta no hubiera sido posible sin el apoyo de los pueblos de la comarca de la Campana. Javier lo comunicó al alcalde de Torralba, Jesús Sánchez, quien se implicó rápidamente en la búsqueda de posibles viviendas de acogida, y que ya tiene dos familias, una acogida por el mismo Javier en su finca de turismo rural Casaes. El mensaje llegó desde Torralba hasta otras localidades de la zona, una decena, cuyos alcaldes también se han movilizado para buscar un hogar a las familias, principalmente mujeres y sus hijos, que acaban de salir de un país en guerra. «Ahora no damos abasto buscando casas, colocando a familias, y yendo a por ellos a la estación de autobuses de Méndez Álvaro», explica Javier a La Tribuna.

También ha ayudado mucho en su labor solidaria el antiguo trabajo de Marta en una compañía de autobuses, con una línea regular de Ucrania a Madrid. Muchos de los conductores han informado a la joven ucraniana de la situación de mujeres solas con niños, ante la posibilidad de poder ubicarlos en  esta parte de la comarca, poniendo a ambas partes en contacto. En uno de estos autobuses, explica Javier, pasaron tres días sentados antes de poder salir de Ucrania.

El camino hasta aquí no es fácil, pero tampoco la llegada a una nueva realidad, a miles de kilómetros de su hogar. «Llegan con una bolsa con unas galletas, unas frutas y lo puesto».

Los vecinos de la Campana de Oropesa han echado el resto, tanto que, por ejemplo, en Calzada de Oropesa, se rehabilita la antigua casa cuartel para acondicionarla y acoger nuevas familias, según ha indicado su alcalde, Valerio Pulido. En este municipio ya hay vecinos que se han ofrecido como casa de acogida, algunos han cedido otras vacías gratuitamente o con alquiler asequible y otros muchos que han optado por una aportación económica.

Lagartera también acogerá los próximos días una familia de cinco miembros y en otros municipios de la comarca han abierto bolsas de viviendas para la más que posible llegada de población ucraniana.

«Estamos muy sorprendidos, alucinando porque empezamos con una cosita pequeña y ha sido un boom, una barbaridad auténtica, todo el día al teléfono o redes sociales», explica mientras reconoce que no solo recibe peticiones de esta parte de la comarca sino también de otros municipios de Toledo e incluso de otras provincias como Granada.