Casi todas las calles de la ciudad varían la limitación de velocidad por la entrada en vigor de las nuevas normas de tráfico. Juan José Pérez del Pino, concejal de Seguridad y Movilidad, y el Intendente de la Policía Local, José Luis Martín Mora, presentan el mapa de velocidad para el interior de Toledo donde aparecen en azul las que bajan a 20 kilómetros por hora (aquellas que no tienen acera, por lo tanto la mayoría del Casco Histórico), en verde figuran las de 30 kilómetros (las de un único carril) y en rojo la de 40 o 50 kilómetros hora (donde haya dos carriles, uno por sentido). Otras no están definidas (por ejemplo travesías y circunvalación) ya que cada una tiene su señalización vertical concreta.

El cambio se produce desde el martes pero habrá un periodo de adaptación para informar en los controles de velocidad que van a realizarse (La Policía solo denunciará si rebasan los límites anteriores).

Del Pino explica que la DGT defiende las modificaciones con datos según los cuales a estas velocidades habrá un 80% menos de riesgo de muerte por atropello, porque un impacto a 30 Km es mucho menos dañino que a 50 km, porque el 82% de fallecidos en accidentes dentro de las ciudades son personas vulnerables: peatón, ciclista y motoristas.

La medida también busca crear zonas de bajas emisiones, mejorar el aire, producir menos humo y ruido, más salud y bienestar. Es «un paso más hacia la movilidad sostenible» y para reducir accidentes.

Dice que el cambio afecta a la gran mayoría de calles en toda la ciudad (20 y 30 en vías urbanas y 50 en otras. En el Paseo de la Rosa se van a unificar todos los tramos. El salto más grande es las que pasan de 50 a 30 (caso de Mas del Ribero). En el Polígono las calles de dos carriles suelen tener el derecho limitado a 30 en su mayoría (donde hay viviendas) y el de la izquierda a 50, por lo que quedan igual.