José Luis Arroyo

Rayadas Millennials

José Luis Arroyo


Siga la fiesta

08/02/2022

He de reconocer que cuando no habíamos superado el desconcierto en la vorágine de la frivolidad en la que estábamos inmersos con el resultado de las votaciones del Benidorm Fest y el supuesto tongo, la ciudadanía de este país nos hemos encontrado que el espectáculo se ha trasladado al Congreso de los Diputados.

A mí particularmente no me sorprendió, aunque me resulte inexplicable, que en esta campaña permanente en la que estamos inmersos, la izquierda nacionalista y el PNV por sus aspiraciones electorales,  miraran de reojo la reforma abordada del Estatuto de los Trabajadores para poner en evidencia a su posible competidora directa, Yolanda Díaz, que de manera incompresible también hacía ascos hasta el final a los votos de Ciudadanos a los que finalmente tuvo que recurrir para salvar la reforma.
Pero no estaba todo escrito como si de las mejores de telenovelas turcas se tratara y la votación de la convalidación del Decreto- Ley  explosionó con un comportamiento de sospechoso de trasfuguismo y el más absurdo de los goles en propia puerta haciendo ganar el partido por la mínima a Pedro Sánchez y su Ministra de Trabajo.
En ese momento, la música en la pista de baile cambió, dejando de pinchar a Rigoberta Bandini, éxito de la semana y sustituirla por Ateo de  C. Tangana, que tras la visita vaticana de Yolanda Díaz, no sería extraño oírla hacer los coros con el «ahora creo».
A pesar de ser amante de los entretenimientos mundanos, en mi opinión el comportamiento de buena parte de nuestras señorías ha evidenciado una vez más la anteposición de sus intereses partidistas con falta de empatía a lo que verdaderamente allí se debatía, que era aliviar la realidad que viven millones de conciudadanos que necesitan de un contrato y de un convenio colectivo de sector que impida que a las nueve de la noche no sepan si trabajarán a las seis de la mañana y evite que el viernes la ETT o subcontrata de turno deje de cotizar la semana, para lo que ya se incluso se habían puesto de acuerdo por medio del diálogo social las antagónicas partes implicadas, patronal y sindicatos.
En definitiva, una tarde del peor espectáculo parlamentario en un momento tan ansiado por muchas personas, y preveo que la fiesta no quedará ahí, continuando en el After ahora instalado en Castilla y León haciendo gala del síndrome de Peter Pan en el que vive instalada parte de la 'dirigenza' de los partidos.