Miguel Ángel Collado

Alma Mater

Miguel Ángel Collado


La iniciativa europea ‘Puerta Global’, ¿un reto alcanzable?

04/10/2021

Desde comienzos de 2020, la Unión Europea ha centrado sus esfuerzos en la lucha contra la Covid-19 destinando prioritariamente sus recursos para hacer frente a la mayor crisis sanitaria mundial del último siglo que, a su vez, produjo una intensísima crisis económica.
Una política compartida por los Estados miembros se ha traducido en un éxito del conjunto. Europa es ahora la región del mundo que está teniendo el mayor acierto en la lucha contra la pandemia; además, con una elogiable solidaridad, los europeos hemos compartido la mitad de nuestra producción de vacunas con el resto del mundo. Pero no basta, debemos estar preparados para lograr que en el futuro una epidemia local de un virus no derive en una pandemia mundial. Para ello, la presidenta de la Comisión Europea propone invertir 50.000 millones de euros de aquí a 2027.
A la hora de hacer frente a la crisis económica, Europa había aprendido de la anterior crisis de 2008 lo que le ha servido para desarrollar unas políticas diferentes que permitan lograr la recuperación a corto plazo y la conversión a un modelo económico sostenible, en todos los aspectos, a medio plazo. Esto requiere seguir apostando por la transición energética justa, así como por el sector digital. La actual coyuntura, cuyo reflejo más conocido, pero no único, es la escasez de semiconductores unida a la insuficiencia de capital humano cualificado, ha hecho más evidente la necesidad de garantizar la soberanía tecnológica europea.
Ello cobra mayor importancia ante los cambios que se viven en el escenario mundial, en una etapa de evolución hacia un nuevo orden global, en el que está variando la fuerza relativa de los principales actores internacionales y se están construyendo nuevas alianzas al tiempo que se debilitan otras. Por ello, la presidenta de la Comisión Europea, en su Discurso sobre el estado de la Unión, pronunciado el 15 de septiembre, subrayó la necesidad de redefinir el papel de Europa en el mundo y anunció la presentación en breve de la estrategia europea de conectividad ‘Puerta Global’; esto es, una vía de acceso mundial que garantice los suministros que Europa necesita y que sería la alternativa democrática y  verde a la ‘Iniciativa de la Franja y la Ruta’ de China,  una masiva red de inversiones en infraestructura y transporte que Xi Jinping ha diseñado para aumentar su influencia geoestratégica y asegurar un papel hegemónico el resto del siglo XXI.
Se trata, ante un mundo hipercompetitivo, de redefinir el papel de la Unión Europea en el mismo, con un planteamiento mucho más proactivo que profundiza en lo que dijo la Comisión Europea en 2019 al describir a China como simultáneamente «un socio de cooperación», un «competidor económico» y un «rival sistémico que promueve modelos alternativos de gobernanza». Pero ¿logrará la Unión Europea suficiente voluntad política, traducida en presupuesto, para implementar esa estrategia e impulsar proyectos de infraestructura que alcancen la dimensión económica de la Ruta china, o se limitará a algunos proyectos concretos en la cadena de suministros, en un cosmético cambio de marca de las inversiones en infraestructuras ya previstas?.Con otras palabras, ¿esta iniciativa europea será capaz de coordinar las actuaciones de los instrumentos de desarrollo y financiación existentes añadiendo importantes recursos adicionales para las inversiones?. La Franja y la Ruta implica en la actualidad 2.5 billones de dólares; que la idea de ‘Puerta Global’, hasta ahora solo anunciada, movilice una magnitud comparable se antoja un reto difícilmente alcanzable.