«La enfermedad mental es la de la pérdida de la libertad»

C.M
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Francisco J. Piedra, psiquiatra y presidente de Afaem 'Despertar', apreció que «aunque nunca pensamos en vulnerar derechos humanos, cuando hay que tomar decisiones por pacientes que tienen déficit en el autogobierno la situación es delicada»

«La enfermedad mental es la de la pérdida de la libertad»

La Asociación de familiares, amigos y personas con problemas de Salud Mental ‘Despertar’ citó a especialistas, profesionales, pacientes, y familiares en la sede de la consejería de Sanidad con el fin de abordar un «tema espinoso» y, así, «poder combatir algunas decisiones que puede que no sean exactamente acertadas». Sabedor, el presidente de la entidad y psiquiatra del complejo hospitalario de Toledo, de que «se necesita un poquito de valentía para poder poner en duda alguna de nuestras actuaciones», abrió las VII Jornadas de reflexión que, en esta edición, enfrentó la realidad de ‘Los derechos humanos en la atención en salud mental».

No en vano, atendió Francisco J. Piedra, a la «delicadeza» de la cuestión porque «todos nosotros nunca pensamos que pudiéramos vulnerar derechos humanos, nunca, pero cuando se trata de tomar decisiones por pacientes que tienen déficit en el autogobierno» la situación se torna compleja. De hecho, calificó de «dolorosa» la responsabilidad de «tomar decisiones por otra persona adulta», asunto que fue tratado por los presentes y por los propios afectados bajo la premisa de esperar que «esto que nos mueve a todos nos encorajine precisamente para poder combatir algunas decisiones que puede que no sean exactamente acertadas».

Porque, aseveró, «el problema, sobre todo, es la validación de las personas, es decir, la conquista de la libertad que compete a todo ser humano». De eso depende, añadió el presiente de Afaem ‘Despertar’, «y ese es el sentido que tiene nuestro trabajo, conseguir la libertad puesto que la enfermedad mental es la enfermedad de la pérdida de la libertad».

«Todos somos partes del tratamiento». Sobre la respuesta e implicación de las administraciones a la hora de abordar estas realidades, respondió que «es una cuestión difícil porque la administración es un organismo muy grande y se mueve lentamente», razón por la que se requiere «de una gran coordinación y una gran puesta en común que pueda dar lugar a buenos resultados». Por ello, se necesita un trabajo en equipo porque este asunto «compete a la sociedad» ya que, apuntó, «en mayor o menor medida, todos somos partes del tratamiento de la enfermedad mental».

Durante su intervención en la inauguración del encuentro, Francisco J. Piedra realizó un pequeño recorrido por la historia de la psiquiatría denotando la aplicación de la subjetividad en la atención del profesional y la vinculación de esta práctica a los pensamientos de cada época y, por ello, a las «asunción de los prejuicios».

En este sentido, y destacando que el paso del tiempo ha ido «avanzando», la sociedad y la psiquiatría «siempre van de la mano» y «la coerción de la libertad se atiende para opinar sobre los psiquiatras». Así, el presidente de Afaem ‘Despertar’ se fijó en el «derecho a la dignidad que se reconocen en todos los seres humanos» para explicitar que «es ese ideal de la justicia social» lo que a él le mueve en su labor como psiquiatra. Esto es, «luchar con personas cuya dignidad todavía no se siente satisfecha».

El sexto problema crónico de salud en España. Los últimos datos referidos la trastorno mental grave en España indican que 250.000 personas lo padecen, a pesar de lo cual siguen siendo, significativa y socialmente, poco conocidas, y aunque los problemas de salud mental serán la principal causa de discapacidad en el mundo en 2030.

Según las cifras aportadas por el  Sistema Nacional de Salud, la salud mental es el sexto problema crónico de salud en España, por delante de la diabetes. Las cifras reflejan la magnitud y urgencia de su abordaje, según la Encuesta Nacional de Salud 2017, publicada el pasado mes de julio, en el último año en  España una de cada diez personas mayor de 15 años declaró haber sido diagnosticada de algún problema de salud mental. Entre ellos, se  encuentran los trastornos mentales graves, problemas de salud mental históricamente invisibilizados y asociados a la vulneración de  derechos humanos que esconden prevalencias muy relevantes.

La esquizofrenia afecta a más de 21 millones de personas en todo el mundo, y aproximadamente 60 millones de personas sufren trastorno bipolar. La salud mental es un problema de salud pública a nivel mundial y, sin embargo, el Atlas de Salud Mental 2017 de la Organización Mundial de la Salud señala que, a nivel global, actualmente hay menos de un profesional  en salud mental por cada diez mil habitantes.