La familia de los menores se ratifica en que ha sido un crimen

F. J. R.
-

Su abogado ha pedido urgentes diligencias de investigación en el sumario ordinario y en la pieza secreta de protección de testigos

La familia de los menores se ratifica en que ha sido un crimen - Foto: David Pérez

Las pruebas de ADN han confirmado finalmente que los restos humanos encontrados la pasada semana en el vertedero de Toledo corresponden a Ángel, el menor de 11 años que desapareció en Madrid el pasado 10 de diciembre en compañía de su primo, cuyo cuerpo también fue hallado entre la basura el  15 de diciembre.

Aunque el delegado del Gobierno en Castilla-La Mancha, Francisco Tierraseca, manifestó en la mañana de ayer que los resultados de la prueba de ADN iban a tardar aún «varios días», a lo largo de la mañana se confirmó de diversas fuentes, tanto judiciales como policiales, que los restos del pie encontrado eran de Ángel.

Finalmente, pasado el mediodía, la familia del menor recibió la noticia de que las pruebas biológicas practicadas habían dado positivo, teniendo ya confirmación absoluta del funesto final de los dos menores desaparecidos.

La Policía Nacional sigue manteniendo que la principal hipótesis de la investigación del caso es que los dos menores murieron de forma accidental al introducirse en un contenedor de basura y terminar falleciendo por asfixia y aplastamiento en el proceso de tratamiento de la basura.

La familia en ningún momento se ha creído esta posibilidad, y ayer, tras confirmarse que los restos eran del pequeño Ángel, se ratificaban en que detrás de las dos muertes hay un crimen sobre el que la Policía debe profundizar.

Para apoyar esta creencia, el abogado de las familias de los menores, Marcos García-Montes, confirmó ayer a La Tribuna que las medidas solicitadas ante el Juzgado de Instrucción número 3 de Toledo en los últimos días siguen su curso.

Así, hay que destacar que hace dos semanas el letrado solicitó personarse como acusación particular en el procedimiento; mientras que hace una semana, el mismo día que aparecieron los restos de un pie del menor de 11 años, se registró una petición para abrir en el caso una pieza separada y secreta para protección de testigos que, según los familiares de las víctimas, tienen información clave sobre las causas últimas de la muerte de Ángel y Fernando.

Por último, a mediados de la pasada semana García-Montes presentó en el juzgado toledano varios escritos pidiendo urgentes diligencias de investigaciones en el sumario ordinario del caso y diligencias de investigación a su vez en la pieza separada secreta de los testigos protegidos.

Todas estas acciones del abogado de la familia de los menores van encaminadas en una única dirección, que es a la hipótesis del crimen frente a la de la muerte accidental.

Con todo, el procedimiento judicial continúa bajo secreto de sumario, por lo que no ha trascendido ninguno de los detalles de la investigación ni las declaraciones que se han podido tomar para saber exactamente qué pasó con Fernando y su primo Ángel en Toledo hasta terminar fallecidos en el vertedero de la ciudad.

A los dos primos se les perdió la pista el 10 de diciembre a la salida del Hiper Usera de calle General Ricardos, en el madrileño barrio de Carabanchel. El motivo aparente de la desaparición podría estar en venir a Toledo para encontrarse con una ex de Fernando, pero ésta ha manifestado a la Policía que hacía seis meses que no sabía de él.

Las cámaras del centro comercial registraron a ambos menores entrando solos y saliendo por otra puerta, hasta meterse en una boca del metro de Oporto. Desde allí se desplazaron a Plaza Elíptica, donde cogieron un autobús que los llevó hasta Toledo. Existe una grabación de las cámaras de seguridad de la estación de autobuses de Toledo en la que ve a los dos menores deambulando por la zona solos, lo que apunta a que vinieron hasta la ciudad de forma voluntaria.

Posteriormente se les vio, y hay imágenes de cámaras de seguridad, en un centro comercial de la ciudad, y se cree que trataron sin éxito de reservar una habitación en un hotel pero que les fue negada al tratarse de menores de edad.

Lo que luego sucedió es todo un misterio que la investigación debe determinar. Si se encontraron con su antigua pareja o con terceras personas, y, principalmente, cómo terminaron en el interior de un contenedor de basura.

El cadáver de Fernando apareció completo en la cinta en la que se clasifica la basura, mientras que de Ángel solo han encontrado hasta el momento restos de un pie y una parte de su pantalón.

La causa de la muerte de Fernando quedó definida en la autopsia como «asfixia mecánica», algo compatible con el proceso de recogida de la basura.

De momento se no se ha podido realizar ninguna prueba forense a los restos encontrados de Ángel, pero la familia de los dos menores ha contratado los servicios de un forense privado para poder realizar una nueva autopsia.