Pablo Cabeza disputará el 29 de noviembre de 2020 el Mundial Iroman 70.3 en Nueva Zelanda; logró su clasificación el 5 de octubre en Lanzarote donde entró tercero en su grupo de edad, de 55 a 59 años.

El triatleta nacido en León y actualmente residente en Gran Canaria, está muy unido a Talavera pues es la ciudad donde llegó cuando tenía cuatro años y en la que residió hasta que se marchó en 2014 a las Islas Afortunadas. En la Ciudad de la Cerámica se convirtió en un personaje muy relevante en el deporte, primero en el atletismo y después en el triatlón; y no solo por la competición, sino también por su labor como entrenador.

Por supuesto mantiene sus vínculos con Talavera tanto familiares como de amistad y deportivos. «Me considero talaverano; aunque ahora viva aquí, tengo siempre presente a Talavera». Y es que, como recalca, «me hice como entrenador y como triatleta en Talavera». Explica que «sigo teniendo vínculos con Talavera porque continúo entrenando a gente de allí, como a Luis Rincón, campeón de España de distancia olímpica de 40 a 44 años».

En 2014 llegó el momento de hacer las maletas:«Surgió la posibilidad porque mi empresa quería desarrollar un proyecto en el sur de Gran Canaria, dado que, por el clima, es una zona privilegiada para entrenar;además, en Maspalomas, en el sur, no había ningún equipo de triatlón, sí en el norte, en Las Palmas». Considera paradójico que fuera un área sin mucha tradición de triatlón, pero que en invierno los mejores deportistas europeos en esta disciplina entrenan allí; y también ciclistas como Mikel Landa, del Movistar Team.

Cabeza dirige un centro deportivo para triatletas y corredores. Por tanto, «estoy haciendo lo mismo que en Talavera; sigo con mi trabajo de entrenador ‘on line’ con mi propia empresa y entreno a gente de Canarias y de toda la Península». Y hace unos año formó un equipo de triatlón: «El primer año éramos solo ocho federados y ahora somos 50». Tras un tiempo retirado de la competición, «me volví a animar aprovechando el trabajo que tengo y el clima donde todo el año la temperatura está entre los 15 y los 25 grados».

En 2015, ya como ‘canario’,  se clasificó en Lanzarote para el Mundial de Iroman 70.3 y competí en 2016 en Australia; 70.3 es la distancia corta en millas: 1.900 metros de natación, 90 kilómetros de ciclismo y 21 kilómetros de carrera; y la distancia larga son 140.6 millas. Mientras que en 2017 y 2018 «corrí el Iroman completo en Lanzarote con intención de clasificarme para Hawái, pero el último año me quedé a dos plazas».

Cabeza decidió intentarlo de nuevo cuando conoció que la sede del Mundial de 2020 era Nueva Zelanda donde «he soñado siempre ir a competir». Se quedó a las puertas del Campeonato del Mundo de Iroman completo en aquel país en 2015, a los pocos meses de llegar a Gran Canaria: «Aunque estaba inscrito y preparando el viaje, no pude ir porque en 2014 tuve dos operaciones de menisco, con lo que tenía poco entrenamiento».

Pero este año lo consiguió, aunque se topó con la primera dificultad en la prueba clasificatoria de Lanzarote y es que se tuvo que suspender la natación por rachas de viento de 50 kilómetros por hora. De todos modos, «donde se iba a hacer la natación, en Playa Blanca en el sur, el mar estaba bien, pero como no había embarcaciones, no se pudo activar el plan de seguridad y no nos permitieron nadar. Entonces hicimos una transición, como si saliéramos del agua».

Reconoce que le costó cambiar el chip, pero gracias a los consejos de sus compañeros consiguió mentalizarse; de todos modos, sabe que «no hubiera cambiado mucho el resultado para mí en esta prueba con la natación». Y es que explica, «en estas pruebas largas mantengo un nivel muy parejo en las tres disciplinas».

El Mundial de Nueva Zelanda será en Taupo, «un sitio  muy famoso por los deportes de aventuras». Allí acudirá Pablo Cabeza, quien recuerda que Talavera estuvo presente ya en 2014 el Mundial 70.3 en Canadá con Patricia de la Llave.