Cuatro fallecidos y 22 infectados de Covid en Santa Casilda

J. Monroy
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Además hay al menos cinco infectados entre los trabajadores. Los familiares de los ancianos piden medios y avisan que la tragedia en la residencia puede ser mucho mayor

Cuatro fallecidos y 22 infectados de Covid en Santa Casilda - Foto: VÁ­ctor Ballesteros

El coronavirus se está cebando en la toledana residencia de Santa Casilda, aún después de las dos jornadas de desinfección por parte de la UME. Los datos notificados el pasado miércoles por el Servicio de Epidemiología de Castilla-La Mancha confirman que ya son cuatro los fallecidos por esta infección (tres en hospitales y uno en la residencia). Además, hay otros 22 residentes infectados (solo uno en el hospital) y cinco positivos más entre el personal del centro (cuatro  bajas y un ingresado) a los que hay sumar también el caso de la médico del centro, que ha dado negativo en el test, pero de momento permanece aislada en su domicilio con síntomas de la enfermedad.

Familiares de residentes lanzan la voz de alarma sobre esta situación y la falta de recursos en la propia residencia, muy preocupados de que siga subiendo el número de fallecidos «sin solución». Alaban el trabajo de todos los trabajadores (religiosos y laicos), desbordados, sin ayuda de nadie, y que «ven con impotencia cómo enferman los mayores y que no pueden salvarles».

Varias denuncias.  Uno de los problemas, apuntan, es que a los residentes sin síntomas no les hacen el test, un test que no determina la existencia o no del virus, sino la presencia de anticuerpos. De forma que, por ejemplo, una mujer fallecida recientemente estuvo compartiendo habitación hasta que no dio positivo con otras dos personas. Ahora los enfermos están confinados en sus habitaciones, donde les llevan la comida y les hacen las curas.

Las autoridades médicas, han denunciado los familiares, se están negando a que se lleve a los mayores a urgencias, y después «los mandan a morir directamente a la residencia, con una simple mascarilla de oxígeno». Porque, continúan los familiares que en la residencia carecen de respiradores e incluso de mascarillas, más allá de las donadas por particulares. «He visto a las monjas solo con una mascarilla y guantes, sin trajes, cuidando a la gente donde los están controlando», apunta uno de ellos.

En teoría, hay familiares que se podrían estar llevando  a sus mayores a casa, si es que no tienen síntomas. Pero al estar la médico en cuarentena, no puede firmar el parte, con lo que los mayores no pueden salir de la residencia.

En vista de todo esto, y de lo que los políticos suelen presumir de estar con los mayores, piden un compromiso real con ellos, ahora que realmente lo necesitan.