«El siguiente objetivo es llegar bien a agosto»

J. M. Loeches
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Tras colgarse su segundo oro en el Campeonato de España de Cross, la atleta toledana arrancará en breve la preparación de la pista, con vistas a los Juegos Olímpicos de Tokio

«El siguiente objetivo es llegar bien a agosto» - Foto: Rodrigo Jiménez

El primer gran objetivo de 2021 ya lo tiene en el bolsillo. Irene Sánchez-Escribano se ha ganado un merecido (pero corto) descanso después de apoderarse de su segundo oro nacional de cross. La toledana sigue siendo la mejor en la tierra y el barro, pero ahora se abre la segunda parte de un año que va a ser atípico, sí, pero que alberga una cita histórica como los Juegos Olímpicos de Tokio.

La atleta del Adidas tiene la mínima desde el verano de 2019 y, por tanto, puede preparar la prueba de los 3.000 obstáculos con esa tranquilidad. De ahí que ese segundo objetivo sea «llegar bien al mes de agosto».

Así las cosas, durante estos días bajará bastante el pistón, sobre todo para recuperarse muscularmente del esfuerzo del pasado domingo en Getafe: «Estoy como si me hubiera pasado un tren por encima». A partir de ahí, arrancará desde cero el trabajo enfocado a la pista al aire libre, una especie de pretemporada para que el pico de forma se alcance con las altas temperaturas, y en la capital japonesa.

Van a ser unos meses en los que Sánchez-Escribano permanecerá apartada de las competiciones, ya que hasta los meses de mayo y junio no se van a arrancar los torneos importantes, como el Campeonato de Europa de Naciones, que será en Polonia, o el Campeonato de España, con sede en Getafe. Las únicas opciones que podrían presentarse son pruebas en ruta, con alguna milla o citas de 10 kilómetros, aunque la situación de la pandemia ha impedido que la mayoría se celebren.

gran esfuerzo. Con respecto al Nacional de cross, la toledana confiesa que varió sobre la marcha la estrategia diseñada junto a su entrenador. «Me dijo que me esperase a la tercera vuelta para irme hacia adelante, pero como tomé ventaja al principio, no me iba a parar a esperar al grupo», explica.

Asimismo, reconoce que el año pasado en Zaragoza se vació mucho más que en el circuito del Cerro de los Ángeles: «Es verdad que había una parte dura, pero, cuando bajabas, la carrera te permitía recuperar durante casi la mitad». Aun así, Irene Sánchez-Escribano tuvo momentos de flaqueza. Fue en la cuarta vuelta, cuando sufrió los rigores del gran repecho. «Tenía que llevar mi ritmo de carrera e ir escuchándome a mí misma», agrega la capitalina.

Apesar de que Carolina Robles se le acercó en la última vuelta, la corredora del Adidas salvó la subida final y solo tuvo que dejarse llevar cuesta abajo hasta la meta.