La derrota en el Nuevo Cerrú del pasado domingo ha puesto en una situación muy comprometida a un CD Toledo que ha vuelto a la casilla de salida. Una vez más el 'nuevo-antiguo'enemigo por excelencia descubrió las carencias del equipo toledano.
El conjunto de Javi Sánchez vuelve a estar a casi cuatro partidos de la salvación (11 puntos) y a tres (9 puntos) del 'playoff' de permanencia. Los errores de bulto, como el sucedido ante el Calvo Sotelo Puertollano, no pueden volver a darse si se quiere seguir aspirando con volver a soñar dentro de unas semanas. Todo el trabajo físico y psicológico vuela por los aires con fallos así.
La falta de contundencia condenó al CD Toledo en ese choque, y le está condenando en todo el curso. Dicha falta de contundencia está relacionada con la falta de atención y de confianza y eso no puede darse en una escuadra que aspira a continuar en Segunda RFEF.
Aún queda tiempo para recuperar las buenas sensaciones del equipo jornadas atrás, pero al técnico toledano no le quedan comodines, no poder puntuar ante equipos como el Calvo Sotelo o el Atlético Mancha Real provoca que el salto de los toledanistas sea sin red y deban sacar puntos ante rivales de la zona noble, como el Intercity, el CF La Nucía, el Real Murcia o el Hércules de Alicante en un futuro, aunque su camino más inmediato pasa por traerse los tres puntos de La Solana y el siguiente domingo en casa ante el filial nazarí.
Es un momento muy delicado, pero, en el fondo, de los que puede llegar a saborearse en el tiempo como un momento clave en la carrera de todo jugador si derivase en un final feliz.
Mucho trabajo por delante ante el CD Marchamalo, y tendrá que ser sin el hombre más en forma en el ataque, tras ver Iván Cedric la quinta amarilla el pasado partido. Será el momento de redimirse de un Rubén Moreno que sabe que está ante una de sus últimas oportunidades de demostrar la calidad y empuje que tiene en sus botas. Un jugador al que le tengo mucha fe, personalmente, y que podría callar muchas bocas si consigue traerse el botín de Guadalajara. El CD Toledo debe saltar sin red, pero no tiene por qué caerse. Toca demostrar una vez más o caerse al precipicio.