Los empresarios aseguran que no les salen las cuentas al comprobar mes a mes como los costes totales de sus negocios se dispararon un 24,4% interanual en el segundo trimestre, 10 puntos más de lo que crecieron sus ventas en este período (+14,5%), según confirmó el indicador Cepyme sobre la situación de la pyme de abril a junio de este año.

El análisis de la patronal reveló que el aumento de gastos y de los precios de los suministros que soportan las pymes se aceleró más de un punto respecto al primer trimestre, mientras que la facturación moderó su ritmo de expansión más de cinco puntos, lo que se tradujo en menores márgenes y beneficios para estas organizaciones. «Se está agravando el estrechamiento de la rentabilidad empresarial», denunció la organización.

El repunte de los costes de las pequeñas y medianas empresas se debió, por un lado, a su factura energética (luz, gas, derivados del petróleo y agua) que se duplicó, con un alza interanual del 114% en el segundo trimestre alterando la viabilidad de estos negocios; el precio de los suministros para producir bienes y servicios se disparó un 51,7%, su mayor alza en 20 años, y los costes laborales de estas compañías aumentaron un 6,2%, por encima del 5,7% del primer trimestre.

«La presión salarial que genera la falta de trabajadores para ocupar determinados puestos, especialmente en las pymes, repercutió considerablemente en el salario de entrada. A esto, se sumó el alza del salario mínimo, un 3,6%, en 2022, y explicó por qué los costes laborales de las sociedades más pequeñas subieron con más fuerza, alejándose de los incrementos retributivos pactados en convenio (2,6% hasta agosto)», según el análisis.

Por este motivo, Cepyme reclamó que en las negociaciones del Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva (AENC) se tenga en cuenta «el fuerte incremento de todos los gastos» que están sufriendo las organizaciones de tamaño más reducido, «dejándoles en muchos casos en una situación de pérdida de competitividad».

Junto a todo ello, las tarifas de los servicios que contratan este tipo de sociedades para desarrollar su actividad habitual aumentó un 2,7% interanual en el segundo trimestre, su mayor alza desde 2007. Entre los que más se encarecieron, destacaron las facturas de los transportes (+20,5%), los envíos por mensajería (+5,2%) y los de seguridad (+3%).

Así, aunque el informe Cepyme sobre la situación de la pyme mejoró levemente en el segundo trimestre por el repunte de la actividad, los fuertes costes y la reducción de márgenes y de rentabilidad lo sitúa todavía en niveles de 2014.

El indicador se colocó en 5,7 puntos sobre un total de 10 de abril a junio de 2022, frente a los 5,4 puntos anotados en el cuarto trimestre del ejercicio anterior.

«Este leve repunte se debe al auge de actividad registrado en la primera mitad del año, pero no fue suficiente para mejorar la situación económica, ya que el indicador aún se colocó en niveles similares a los que tenía en 2014 y no ha recuperado el terreno perdido durante la pandemia», según expuso Cepyme. 

Al mismo tiempo, el endeudamiento de estas compañías se incrementó con un pasivo que ya equivale a más del 100% de su patrimonio neto, el nivel más elevado desde 2018 y con perspectivas de empeorar en estos meses de otoño e invierno cuando el mercado se está ralentizando y las empresas se ven obligadas a elevar su financiación para hacer frente a los préstamos de sus negocios.

Líneas de crédito

Para Cepyme, el endurecimiento de las condiciones de crédito por las subidas de los tipos de interés «harán todavía más vulnerable la situación de las pymes en estos meses».

Según la organización empresarial, la rentabilidad neta sobre el activo (ROA) se colocó en el 2,8% en el segundo trimestre, cifra inferior a cualquier dato registrado entre los años 2016 y 2020.

Ante esta situación de fragilidad del tejido empresarial nacional, la institución que preside Gerardo Cuerva reclamó la puesta en marcha de un plan integral de apoyo a la empresa que ayude a aliviar los altos gastos que afrontarán las pymes hasta final de año, que impulse a los pequeños negocios en su proceso de desapalancamiento y que apueste «de forma decidida» por el crecimiento empresarial.

Además, la patronal denunció que las medidas fiscales anunciadas por el Gobierno, aunque suponen una reacción respecto a los ciudadanos con rentas bajas afectadas por la inflación, «no considera la difícil situación que atraviesan las pymes españolas», criticó.

«Desde Cepyme instamos al Ejecutivo a tratar de impedir que los problemas de solvencia, incipientes en estos momentos, lastren una parte de nuestro tejido empresarial» en el corto plazo, concluyó.