A falta de cinco días para que termine el mes, la provincia de Toledo ha sufrido el peor julio en cuanto a mortalidad por coronavirus desde que se decretó la pandemia. Los datos hablan por sí mismos y la comparativa es tremenda, ya que actualmente la cifra de fallecidos a consecuencia de la Covid-19 en lo que va de mes es de 72 personas, frente al total de 7 y 8 víctimas de los meses de julio de 2021 y 2020, respectivamente.

La causa de esta acusada diferencia, que se traduce en un aumento del 928% en la mortalidad en Toledo que en el mismo periodo de hace un año, hay que buscarla en la actual irrupción de nuevas variantes más contagiosas de Covid-19 y en el hecho de que la situación en julio de 2021 estaba más controlada debido a la campaña de vacunación masiva iniciada unos meses atrás.

 Por su parte, el hecho de que en julio de 2020 solo se registraran 8 fallecidos por coronavirus en Toledo corresponde a que en esos momentos se acaba de poner fin al confinamiento estricto y la limitación de la movilidad, por lo que la pandemia estaba en niveles de infección y mortalidad muy bajos en toda España.

Con todo, sorprende que ahora, cuando menos restricciones hay y se han eliminado las mascarillas de la vida social, sea cuando la provincia alcanza la mayor mortalidad que se recuerda desde el pasado mes de enero, cuando se produjo la última gran ola del virus merced a la variante ómicron.

Toledo registra en julio 72 muertes frente a las 38 del pasado mes de junio y las 30 de mayo. En la última semana, según los datos hechos públicos ayer por la Junta, en Toledo han perdido la vida a consecuencia de la Covid-19 un total de 21 personas. En la provincia actualmente hay 6 personas en unidades de cuidados intensivos a consecuencia del coronavirus, y la cifra de hospitalizados alcanza los 180. De ellos, 129 están en el Hospital Universitario de Toledo. Por último, en la provincia se han contabilizado 615 nuevos contagios en mayores del 60 años, la cifra más baja desde el pasado 3 de mayo.