El Tajo pide una bolsa de alquiler con fondos europeos

J. Monroy
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La Asociación de Vecinos se acuerda de las familias vulnerables y apunta que las promociones actuales de la Junta tienen «unos alquileres desorbitados»

El Tajo pide una bolsa de alquiler con fondos europeos - Foto: VÁ­ctor Ballesteros

La vivienda sigue siendo un problema en barrios obreros como el Polígono, donde a veces la vivienda protegida es incluso más cara que la libre. Además, en esta zona de la ciudad, que acumula la mayor parte de viviendas sociales de la ciudad, se acumulan los problemas en algunas promociones.

Ante esta situación, la Asociación de Vecinos El Tajo solicita que parte de los fondos de Plan de Recuperación para Europa destinados a Toledo se dediquen a la creación de un Parque de Vivienda Social de alquiler con prioridad para las familias más vulnerables, con el fin de dar cumplimiento al artículo 47 de la Constitución Española que garantiza «el derecho de todos los españoles a una vivienda digna y adecuada».

La Asociación de Vecinos entiende que la distribución de esos fondos europeos debe tener como objetivo esencial revertir la desigualdad social en la población española, de forma que la recuperación económica sirva pare reactivar la economía de las familias más vulnerables y perjudicadas por la crisis iniciada en 2008 y que se está agravando con la actual pandemia.

El articulo 47 de la Constitución señala también que «los poderes públicos promoverán las condiciones necesarias y establecerán las normas pertinentes para hacer efectivo este derecho». Por tanto, y considerando la gravedad de la actual situación para estas familias, «pedimos a la Junta y el Ayuntamiento que destinen los recursos necesarios para dar soluciones y garantizar sus derechos, ampliando la oferta de viviendas con alquileres asequibles y dignificando la situación de abandono creciente de las existentes, en lugar de limitarse a legislar a favor de los desalojos».

Gestión de la Junta. La Asociación recuerda que la Junta de Comunidades «lleva años desarrollando una gestión errática en su política de vivienda que ha derivado en la dejación absoluta de sus competencias, gravando a las comunidades vecinales con unos alquileres desorbitados y muy difíciles de afrontar para un gran número de familias que están abandonadas a su suerte».

Esto ha provocado «el colapso convivencial de muchas de estas comunidades, que han ido sufriendo una degradación progresiva mientras las administraciones esconden su responsabilidad debajo del ala, incumpliendo el supremo mandato de la Constitución Española que las obliga a procurar una vivienda digna para la ciudadanía».

La propuesta que El Tajo lleva varios años poniendo sobre la mesa es  la que viene denominando ‘tres patas’ de la vivienda social, es decir, una gestión conjunta de mantenimiento, administración y seguimiento social en los inmuebles.