Toledo engancha y puede decirse tranquilamente que es de esos lugares donde uno se queda y lugares que quedan en uno, como suele decirse en el argot turístico cuando un destino tiene mucho tirón. El sector lleva sumando buenas cifras bastantes meses, pero a cierre de 2022 la lectura es bastante amable porque los datos prácticamente repiten el patrón que se mantenía antes de la pandemia.

Según la estadística de coyuntura turística hotelera publicada por el Instituto Nacional de Estadística (INE) hace unos días, Toledo capital registró 884.486 pernoctaciones en el año 2022, únicamente un 3,06% menos que en 2019, año prepandémico que suele tomarse de referencia para analizar un mercado turístico que ha sido muy castigado por el covid y la delicada situación económica que se está produciendo desde hace meses. 

En este caso, las cuentas ya están echadas y la ciudad ofrece un balance bastante halagüeño en 2022, sobre todo, teniendo en cuenta el empuje del sector, ya que el año pasado se despidió con un 65,06% más de pernoctaciones en comparación con 2021, año que contabilizó un total de 535.849. Una cifra modesta para lo que la actividad turística está acostumbrada, aunque  la lectura también fue positiva en su momento, puesto que se contabilizaron un 110% más de pernoctaciones que en 2020, este último considerado un año nefasto para un sector que no pudo hacer frente a las restricciones sanitarias y al miedo de la población en relación con el coronavirus.

Un análisis más en profundidad sobre la estancia en los establecimientos hoteleros en la ciudad refleja que el turismo extranjero también se va afianzando, puesto que  se alcanzaron las 258.086 pernoctaciones el año pasado, un 182% más que en 2021.

La estadística del INE también apunta que visitaron Toledo un total de 541.810 turistas a lo largo del año pasado, cerca de 200.000 viajeros más que durante 2021.  

El último mes. Las previsiones para el sector en 2023 son positivas, pero la mejor prueba son las cifras que está aportando la actividad turística en Toledo, una ciudad que el año pasado celebró el VIII Centenario del Nacimiento de Alfonso X 'El Sabio' y cada vez sabe vender mejor su patrimonio, gastronomía y su oferta cultural y de ocio.

Toledo desterró hace muchos años el clásico modelo de temporada alta y baja y el sector trabaja a buen ritmo todo el año a pesar de que unos meses sean algo más flojos que otros. Sin ir más lejos, diciembre también se ha despedido en clave positiva, con 43.767 viajeros, 3.857 más que ese último mes de 2021, y 71.794 pernoctaciones, un 8,5% más que en diciembre de 2021.

El mercado turístico cogió carrerilla en verano de 2021 y no ha parado, con lo que goza de buena salud y prueba de ello es que permanecen abiertos 64 establecimientos hoteleros, 13 más que en diciembre de 2021, y disponen de sus plantillas al completo, ya que el INEconfirma una plantilla activa en Toledo capital de 543 empleados, 89 más en comparación con el mismo periodo de 2021. 

A pesar de que la ciudad recibe turistas a diario, lo cierto es que los fines de semana la actividad es mucho mayor y se traduce en un aumento de las pernoctaciones. El mes pasado, por ejemplo, se pusieron a disposición de los turistas unas 2.254 habitaciones, con un número de plazas estimadas de 4.514 y se registró un grado de ocupación del 58,7% los fines de semana, un 3,4% más que los datos de diciembre de 2021, un periodo que contó con unas 500 plazas menos al disponer de menos alojamientos abiertos.

Toledo acaba de finalizar su promoción en la Feria Internacional de Turismo (Fitur) como un destino «de primera división», tal y como se califica desde el Ayuntamiento, que acaba de estrenar la campaña turística 'Ser, vivir, compartir' basada en la experiencia y los sentidos.

La ciudad presenta para este año un escenario optimista, e incluso ha logrado alargar la estancia media, que en estos momentos se sitúa en 1,7 noches, dos décimas más de lo habitual. No obstante, el sector necesita continuar trabajando para que los turistas, sean españoles o extranjeros, alarguen su tiempo de estancia, puesto que la media nacional se encuentra en 2,7 noches en hoteles de tres estrellas y aumenta conforme sube de categoría.