El radar de la Dirección General de Tráfico (DGT) situado en kilómetro 67,6 de la A-4, en el término municipal de Ocaña, ha vuelto a la desagradable lista de los más ‘multones’ de España. Al menos así se recoge en el informe que acaba de publicar  Automovilistas Europeos Asociados (AEA) señalando en el puesto 18 este radar toledano entre los 25 que más multan. 

Este dispositivo ya tuvo el deshonor de colocarse en la lista de los mayores ‘comepuntos’ en un estudio de esta misma asociación con datos relativos al último trimestre de 2007 y en la de los que más recaudaban a nivel nacional en la lista de 2011.

Ahora vuelve a la actualidad con una lista de los 25 radares más multones por méritos propios. No en vano, este radar situado tras pasar su cruce con la autopista AP-36 y en sentido Andalucía, ha registrado en los seis primeros meses del presente año 11.876 denuncias, lejos, ciertamente, del instalado en la H-31 de Huelva que ha acumulado en los seis primeros meses del año 38.930 denuncias ostentando así el triste honor de ser el más multón de todo el terriotorio nacional.

Y aunque el radar colocado en la A-4 a su paso por el término municipal de Ocaña en dirección a Dosbarrios, oculto tras un puente, no haya sido el primero de España sí lo ha sido de la provincia y el segundo de la región. Y es que, el dispositivo situado en el kilómetro 156.5 de la A-3 a su paso por la provincia de Cuenca se ha alzado con el penoso título del tercero que más denuncias ha registrado en el territorio nacional.

No obstante, el radar de la carretra de Andalucía a su paso por Ocaña ha experimentado en los útlimos tres años un pavoroso incremento en el número de denuncias porque ha pasado de las 3.045 registradas en el primer semetre de 2018 a las 11.876 de este semestre. Y más alarmante es el incremento si se echa la vista atrás hasta el primer semestre de 2017 cuando las denuncias se cifraban en 1.792. Es decir, que tomando como referencias los primeros seis meses de estos años, el número de denuncias ha crecido casi un 300% en el último año y más de un 550% en relación a 2017.

Según recoge el informe de Automovilistas Europeos Asociados (AEA), hasta el pasado 30 de junio, la DGT ha formulado en las carreteras españolas 1.320.340 denuncias por exceso de velocidad. Ello supone un incremento del 12,4% sobre el número de denuncias formuladas en el mismo periodo del año anterior (1.173.855 denuncias). AEAatribuye este hecho a la activación de numerosos radares apagados temporalmente en 2018.

Por comunidades autónomas, el informe de AEA destaca que los radares más activos hasta junio se han localizado en Andalucía, con 332.154 denuncias (25%); en la Comunidad Valenciana, con 172.997 denuncias (13%) y en Madrid, con 169.624 (12%). Por el contrario, en La Rioja (9.220), Cantabria (13.935) y Navarra (15.826) se encuentran los que menos denuncias han formulado. 

AEA destaca en su estudio que sólo 25 radares, de los cerca de mil que dispone la DGT, formulan el 34% del total de denuncias (450.397) y de ellos, solo seis se repiten respecto de la lista de los cinemómetros más activos del año anterior, localizándose el resto (19) en nuevas ubicaciones.

 Además, AEA llama la atención en su informe sobre el hecho de que determinados radares han experimentado incrementos exponenciales en la formulación de las denuncias. Así, por ejemplo, el radar más activo de 2019, ubicado en el kilómetro 79,9 de la H-31, en Huelva, ha pasado de formular 1.566 denuncias en 2018 a 38.930 este año. También los radares situados en el kilómetro 478,1 de la AP-7 y en el kilómetro 5,2 de la V-31, en Valencia, han experimentado subidas asombrosas.

¿Prevención o recaudación? A la vista del importante número de denuncias formuladas mayoritariamente en autopistas y autovías, y no en las carreteras secundarias donde se producen el 70% de los accidentes con víctimas, el presidente de AEA, Mario Arnaldo, considera que la DGT debería replantearse su política de radares, ya que no se está consiguiendo el objetivo de evitar los excesos de velocidad, ni los accidentes, convirtiendo los radares en meros instrumentos de recaudación.