La intervención de Izquierda Unida en el Debate sobre el Estado de la Ciudad se centró principalmente en el modelo económico que ejerce el equipo de Gobierno Local. Entre otras cuestiones, su portavoz, Txema Fernández, criticó el futuro que les espera a los jóvenes toledanos, denunciando que solo se piensa en ellos para su ocio y no en planes de emancipamiento. Al respecto, Txema Fernández puso como ejemplo que la mayor política en este sentido es la de «poner a la venta una vivienda para jóvenes de una única habitación por 189.000 euros, algo impagable para la inmensa mayoría», afirmó. Ante esta cuestión, la alcaldesa, Milagros Tolón, le respondió que «más interés que está teniendo este Ayuntamiento con el  Consorcio para rehabilitar viviendas para gente joven no ha tenido nadie» y añadió que gracias a esos proyectos «no se irán a los pueblos vecinos».

El concejal de Izquierda Unida también abordó la política de impuestos de la ciudad, criticando que se «perdonen a empresas que facturan millones de euros», aseguró. También denunció Fernández que el equipo de Gobierno «entre en el juego de la bajada de impuestos que quiere la derecha, cuando la Constitución Española, con la que se arropan cuando quieren, habla en su artículo 31 de progresividad, es decir, de pagar en función de las posibilidades de cada uno». 

El edil de Izquierda Unida aseguró también que ha apoyado y apoyará toda propuesta de obras en la ciudad, pero que no comparte el modelo de una ciudad que presupuesta sus cuentas públicas «con inversiones del 94 por ciento en obras y del 80 por ciento en actuaciones sociales», afirmó.

El doble rasero depende de quién vaya al baño. Otro de los episodios más llamativos en cuanto a cruces entre formaciones se dio cuando Milagros Tolón y Juanjo Alcalde se levantaron para ir al baño. Y tuvo como protagonista a la portavoz municipal, Noelia de la Cruz. Esta dedicó una sonrisa para referirse a la ausencia de la alcaldesa, mientras que se lo reprochó pocos minutos después a Alcalde como falta de respeto. Estas palabras generaron la incredulidad del concejal del PP. No daba crédito.