La novela histórica y el suspense se dan la mano en la novela que acaba de publicar Miguel Romero en un entretenido thriller que aborda de una manera el derrumbamiento de la Torre del Giraldo de la Catedral de Cuenca. El libro lleva el título de El Enigma de la Catedral (ediciones Hades) y es la nueva aportación literaria en forma de libro de este prolífico autor e historiador tras títulos tan recientes como Caballeros de Conquista y mujeres de armas tomar o La barbería de Mauthausen.

El novelista, historiador y Cronista Oficial de Cuenca y columnista de La Tribuna sitúa el argumento del libro a principios del siglo XX en la ciudad de las Casas Colgadas con motivo de un terrible suceso que conmovió a toda España: el derrumbamiento de la Torre del Giraldo de la catedral. «Yo creo que va a enganchar, en especial a los conquenses porque la historia lleva un morbo de suspense añadido», asegura Romero sobre una novela ambientada en un momento histórico y político concreto, tras el desastre del 98 y el comienzo de un siglo con acontecimientos muy relevantes.

El suceso, que tuvo lugar en 1902, tuvo unas trágicas consecuencias dramáticas por la muerte de tres niños y una joven de 20 años. Varias de las víctimas eran los hijos del campanero. Ese drama, según explica Romero, da pie a una novela de casi 400 páginas con personajes reales y una parte ficticia con una trama de suspense «que busca someter al lector a una serie de dudas, pero sin llegar a ser una novela negra».

El autor reconoce que hay mucha historia en la novela porque admite que debido a una «deformación profesional documento excesivamente el suceso». No obstante, considera necesario aportar esa información al lector. La trama de El Enigma de la Catedral es aparentemente sencilla porque arranca con un suceso que conmocionó a la población pero ofrece sorprendentes conexiones que atrapan al lector.

El principal protagonista de la novela es un periodista freelance que investiga el derrumbamiento desde el mismo día del suceso. A lo largo de la trama va haciendo descubrimientos sorprendentes de la mano de Miguel Romero. De hecho, el autor incluye en el desarrollo de la novela la cábala hebrea, el temple y la masonería, «que son tres conceptos que han dado mucho juego en la historia, en la novela y en la leyenda».

La investigación le genera al periodista una situación personal tan intensa que durante meses «trata de buscar razones donde no las hay y encuentra sombras oscuras». Todo ello le lleva a otros escenarios como Madrid o Astorga, en este caso debido a la vinculación que existe en Cuenca con una logia de la ciudad maragata que existió de verdad y que tiene mucho que ver con el subtítulo del libro (La sombra del búho)

Por último, Romero subraya que la novela es también un homenaje a los niños fallecidos y sus familias porque «aparte de que fallecieran, los padres perdieron sus casas porque el derrumbe acabó con la vivienda del campanero y el horno de pan que había al lado».