EL CIS no ha querido faltar en esta ocasión con una encuesta sobre las elecciones autonómicas en Castilla y León del próximo domingo, según sus detractores más para crear opinión que para reflejar la de los llamados a las urnas. El sondeo del CIS es el único que da como vencedor al socialista Luis Tudanca e incluso apunta a la posibilidad de que pueda formar gobierno con una coalición Frankenstein en la que tendrían que ponerse de acuerdo los socialistas con Unidas Podemos, los localistas y Ciudadanos a los que resucita cuando el resto de sondeos los da por consumidos.
Aunque a la hora de cocinar la encuestas se debe compaginar la realidad y el deseo, todas ellas, la de los medios progresistas y la de los conservadores, que se han publicado en el límite temporal previsto por la ley, es que las expectativas del PP de poder alcanzar la mayoría absoluta o quedase muy cerca de ella para poder así gobernar en solitario se han alejado, y de ganar las elecciones tendrá necesariamente que contar con el apoyo de Vox, que es el partido que más crece en intención de voto según todos los sondeos. Si el PP crece en apoyos es porque se nutre de los votantes desertores de Ciudadanos, mientras que Vox lo hace a costa del PP. Los votos más templados del partido naranja se pasarían al Partido Popular y una tercera parte a las candidaturas locales, mientras que los votantes más conservadores de los populares acabarían recalando en la extrema derecha.
En unas elecciones no hay nada escrito hasta que se produce el recuento y la singularidad de las elecciones en Castilla y León pueden deparar algunas sorpresas, por cuanto los resultados dependerán mucho de la participación que se produzca, de que los que verdaderamente son indecisos acaben por recordar su voto de elecciones anteriores o de cambiarlo, de que pese más su preocupación por la solución de los problemas de la región que el carácter nacional de los comicios que el PP les ha querido imprimir y, en ese sentido, cuál será el peso de las candidaturas de la España Vaciada y hacía dónde se decantarán.
Según el CIS, estas candidaturas serán la clave para la formación del gobierno autonómico, bien para que triunfe la alternativa, bien para apuntalar al PP y que pueda prescindir de la presión de Vox, pero puede que no todas las candidaturas entrarán en la ecuación. El resto de sondeos apunta a la mayoría absoluta entre el PP y sus nuevos compañeros de viaje, lo que supondrá un cierto fracaso para los populares, que podrán soslayar el riesgo de una moción de censura pero tendrá que convivir con un socio mucho más incómodo para la acción de gobierno, porque Vox puede alcanzar un número de escaños similar a los que obtuvo el partido naranja y reclamar la vicepresidencia de la Junta; y si el apoyo es externo, el problema será similar porque la ultraderecha ya ha dicho que impondrá a Alberto Fernández Mañueco sus políticas. Solo si el PP supera en escaños a los partidos de izquierda y a los localistas podría prescindir de Vox, pero para eso tendría que alcanzar la parte alta de las horquillas que le pronostican las encuestas. En lo que coinciden todas ellas es que el PP se aleja de la mayoría absoluta que era su presupuesto al inicio de la campaña electoral.