El poeta inglés que añoraba el Támesis en el Tajo

A.D.M.
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Thomas Wyatt (1503-1542) fue embajador durante dos años en la Corte toledana de Carlos I. Según Antonio Armisén (Universidad de Zaragoza), realizó un guiño a Garcilaso de la Vega en su poema «Tagus, fare well», escrito en 1539

El poema «Tagus, fare well...» se conserva manuscrito junto con otros poemas de Thomas Wyatt dentro de la Colección Egerton

Durante la primera mitad del siglo XVI, Toledo fue un auténtico hervidero de diplomáticos europeos. Aquí murió el gran humanista Baltasar de Castiglione en 1529. Cuatro años atrás lo hacía el embajador inglés, Richard Wingfield, consumido por un tórrido verano que intentó aliviar durante su última noche mediante melones, vino y cerveza, «que es hecha aquí muy amarga por el lúpulo, para ser preservada de la mejor manera posible contra el intolerable calor de este país». Uno de sus sucesores, todavía dentro del convulso reinado del monarca Enrique VIII, fue el poeta Thomas Wyatt (1503-1542), primer sonetista inglés, figura de excepcional importancia dentro de la literatura anglosajona y el paralelo, en este sentido, con nuestro Garcilaso de la Vega.

Su estancia en Toledo duró apenas dos años y no le fue grata. Las tensiones diplomáticas entre Inglaterra, Francia y España, unidas al enfrentamiento entre anglicanos y papistas (encarnados estos últimos en la figura del cardenal Reginald Pole), además de las intromisiones del legado Edmund Bonner, controvertido obispo de Londres, le situaron en un avispero desde nada más abandonar su país, a comienzos del mes de abril de 1537. Parte de este clima fue recogido en la serie de ficción histórica The Tudors (Showtime, 2007-2010), en donde el personaje -representado más bien desde una perspectiva romántica, la de antiguo amante de Ana Bolena (Natalie Dorner)- fue interpretado por el actor Jamie Thomas King.

En mayo o junio de 1539, cuando se produjo su regreso desde España a Londres, Thomas Wyatt escribió todavía aquí un poema en el que se despedía de Toledo y España a través del río Tajo. El texto, conservado en un manuscrito autógrafo de la Colección Egerton, se compone de ocho versos, de los cuales el primero es «Tagus, fare well, that westward with thy stremes», es decir, «Río Tajo, adiós, [sigue] hacia el oeste con tus arroyos».

Esta composición, estudiada por Antonio Armisén (Universidad de Zaragoza), para quien «la recepción de la poesía de Boscán y Garcilaso en Inglaterra es conocida de forma insatisfactoria» -según expresó en un artículo publicado en la revista Cuadernos de Filología Italiana en 2005-, permitiría establecer un nexo entre el poeta inglés y el toledano, que acababa de morir cuando se produjo la llegada de Wyatt a España. «Ambos nacen en fechas casi coincidentes o muy próximas; y tienen los mismos intereses poéticos, problemas y vidas semejantes».

Una de las figuras poéticas más conocidas de Garcilaso, de hecho, el describir de oro las arenas del Tajo -«Las telas eran hechas y tejidas / del oro que el felice Tajo envía, / apurado después de bien cernidas / las menudas arenas do se cría» (Égloga III)-, vamos a encontrarla también en Thomas Wyatt («the grayns off gold alredy tryd»). «Son versos aún recientes que en la Corte de Carlos, en esa fecha de 1539, debían tener evocadora, patética actualidad», según el profesor de la Universidad de Zaragoza. El poema de la Colección Egerton en el que Wyatt estaría evocando el Támesis -y por tanto su ansiado regreso a Londres- a través de las aguas del Tajo, sería «lo que parece la primera e inmediata influencia de Garcilaso en un poeta anglosajón».