Los mayalde ponen en bandeja el triunfo

Dominguín
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Cinco orejas se cortaron en el festival de Gálvez, donde los matadores Curro Díaz y Morenito de Aranda cortaron dos trofeos y uno Miguel Zazo

Curro Díaz, Miguel Zazo y Morenito de Aranda, antes de iniciar el paseíllo. - Foto: Dominguín

Volvieron los toros a Gálvez y el volvió el tradicionalfestival taurino que cada año lidia novillos de la ganaderíatoledana del Conde de Mayalde. 

Plaza portátil llena de aficionados de la localidad y de toda la comarca para poder disfrutar de un cartel muy atractivo formado por Curro Díaz Morenito de Aranda y el novillero de Ventas con Peña Aguilera Miguel Zazo. 

Curro Díaz sorteo en primer lugar un buen ejemplar con cuajo de la ganadería de Rafael Finat. Estuvo muy animoso con el capote en su recibo. Tuvo su faena profundidad y mando sobre todo cuando bajó la mano al novillo que obedecía la muleta del matador jienense. Conectó con los tendidos y la faena tuvo mucha importancia. Estocada en todo lo alto y oreja que paseo ante los clamores del respetable. 

Clase y nobleza tuvo el segundo de la tarde al que toreó por a verónicas Morenito de Aranda de manera prodigiosa. Con la muleta ya en la mano, una sinfonía de toreo, una obra de arte de temple, cadencia y personalidad propia del torero burgalés. 

La faena fue subiendo enteros por ambos pitones destacando derechazos largos y templados bajando la mano mientras que eral de Mayalde que seguía obediente los toques del torero. Los remates en cada tanda fueron auténticos carteles de toros, trincherazos de enjundia enroscándose al animal a la cintura. Remató con estocada en todo lo alto que le valió para cortar una oreja. 

Miguel Zazo sorteo un novillo colorado, con cuajo que bien podía haber necesitado un puyazo. Lo paró con el capote con gusto para prepararlo para la faena de muleta. Estuvo más poderoso con la diestra mandando sobre el animal tirando largo de sus embestidas rubricando la faena con un espadazo que le valió para cortar un apéndice. 

Curro Díaz con su segundo oponente, estuvo decidido de salida, toreando por verónicas junto a las tablas. Comenzó la faena fundamental doblándose con el bravo animal que pedía un torero con poder en sus muñecas.  

El eral mandó durante la lidia y el torero fue de manera intermitente toreando por ambos pitones al buen novillo de Mayalde. Una estocada certera valió para que doblase el burel y cortarse otra oreja.  Bueno también fue el que cerró plaza, un astado cuajado que fue parado con poder con la capa por Morenito de Aranda. Con la muleta volvió a desplegar su tauromaquia fundamental, ayudado sin lugar a dudas, por la excelente embestida del animal del Conde de Mayalde. Se volvió a entregar en la suerte suprema y consiguió otro trofeo más. 

A la postre los espadas abandonaron entre ovaciones el ruedo, con los acordes del pasodoble interpretado por la Asociación Cultural-Musical 'Cisneros', que deleito a los presentes con un repertorio de piezas muy bien tocadas, algo que se agradece en un festejo taurino.

 

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