Han perdido población porque durante décadas se han visto discrimandos a la hora de hacer infraestructuras o atraer empresas. Para paliarlo, la Junta puede ahora discriminar, pero positivamente, aquellos municipios ubicados en zonas con riesgo de despoblación, catalogadas como ITI (Inversión Territorial Integrada). En estas áreas, que abarcan amplias zonas de toda la región y prácticamente las provincias de Cuenca y Guadalajara enteras, hay 632 municipios. Son dos tercios de todos los de la región.

A esos 632 municipios la Junta les puede dar más puntuación en sus convocatorias de subvenciones, cuando son por concurrencia competitiva. Y cuando no es así, el Gobierno regional les puede subir un 20% la ayuda en comparación con el resto. De estas ventajas se han aprovechado ya 527 municipios en este programa 2014-2020. Esta mañana se ha reunido el Comité de Seguimiento ITI para evaluar los resultados de este plan.

Queda un centenar de municipios que no se han podido beneficiar. El vicepresidente de la Junta, José Luis Martínez Guijarro, explicó que en parte se debe a que son pueblos muy pequeños en los que los ayuntamientos tienen una «escasa capacidad técnica» para solicitar estas ayudas o no tienen tejido empresarial para pedir proyectos. El vicepresidente expuso que en algunos casos se ha trabajado con las diputaciones para solventar estos problemas, pero que también es «uno de los análisis que estamos haciendo de cara a la mejora de actuaciones y la incorporación de medidas en la ley frente al despoblamiento».  

En esa batalla, el Covid puede ser de ayuda pues ha puesto de manifiesto las ventajas de vivir en municipios pequeños, donde no se dan aglomeraciones y la incidencia de contagios es más baja. Guijarro dijo que este verano ha habido una «avalancha» de gente que ha regresado al pueblo: «Esto puede convertirse en una oportunidad». Para que así sea, reconoce que hay que facilitar la rehabilitación de casas o dar una buena cobertura tecnológica. Confía en captar fondos de la UE para este fin.