El observatorio de La Hita monitoriza las Perseidas

EFE
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El seguimiento de las estrellas fugaces propias de mediados de agosto forma parte de la actividad del observatorio astronómico toledano

La Hita dispone ahora del telescopio de visión directa más grande de España. - Foto: Víctor Ballesteros

Nueve observatorios astronómicos ubicados en Andalucía y el Complejo Astronómico de La Hita (Toledo) de la Red de Bólidos y Meteoros del Suroeste de Europa con detectores monitorizan el cielo y estudian el impacto en la atmósfera de distintos objetos del Sistema Solar en el marco del proyecto Smart .

Durante las últimas noches, las Perseidas han estado surcando el cielo nocturno y han generado incluso algunas bolas de fuego muy brillantes, que han sido grabadas por los detectores que la referida red opera en el Complejo Astronómico de La Hita (Toledo) y en otros nueve observatorios astronómicos ubicados en la Comunidad andaluza.

Estos detectores trabajan en el marco del proyecto Smart, que se desarrolla desde el Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA-CSIC) -con sede en Granada- con el objetivo de monitorizar continuamente el cielo para registrar y estudiar el impacto contra la atmósfera terrestre de rocas procedentes de distintos objetos del Sistema Solar.

El investigador del proyecto Smart y del IAA-CSIC, José María Madiedo, ha avanzado en un comunicado que el verdadero "espectáculo astronómico" de las Perseidas tendrá lugar dentro de unos días, cuando la lluvia de estrellas alcanzará su máxima actividad y en lugares alejados de la contaminación lumínica de las grandes ciudades podrán verse unas 50 Perseidas a la hora.

Las Perseidas están producidas por el cometa 109P/Swift-Tuttle y son uno de los espectáculos astronómicos clásicos de las noches de verano en el Hemisferio Norte.

Este cometa completa una órbita alrededor del sol cada 133 años aproximadamente y, cada vez que se aproxima, se calienta y emite chorros de gas y pequeñas partículas sólidas que forman la cola del cometa.

Todos los años, entre finales de julio y finales de agosto, la Tierra cruza los restos de esta cola, que provoca que estas partículas, denominadas meteoroides, choquen contra la atmósfera terrestre a gran velocidad.

Conforme la Tierra se va adentrando en esta nube de meteoroides que el cometa deja a su paso, el número de partículas va siendo cada vez mayor, por lo que la actividad de las Perseidas va aumentando.

En 2020, esa actividad alcanzará su máximo durante la noche del 11 al 12 de agosto.

No obstante, durante la noche previa y la posterior la actividad de las Perseidas será también alta, lo que permitirá ver un gran número de estrellas fugaces.

El brillo de la Luna, que se encontrará en la fase de cuarto menguante, interferirá en la observación y dificultará que puedan verse las Perseidas más débiles.

Si las condiciones de observación fuesen totalmente ideales podrían llegar a verse del orden de 100 estrellas fugaces a la hora, pero el brillo de la luna será uno de los factores que provocará que el número real de Perseidas visibles baje hasta unos 50 a la hora.

La mayoría de los meteoroides que se desprenden del 109P/Swift-Tuttle son tan pequeños como un grano de arena, o incluso menos.

Cuando se cruzan con la Tierra, entran en la atmósfera terrestre a una velocidad enorme, más de 210.000 kilómetros por hora, lo que equivale a recorrer España de norte a sur en menos de 20 segundos.

A estas velocidades el choque con la atmósfera es tan brusco que la temperatura de estas partículas aumenta hasta unos 5.000 grados centígrados en una fracción de segundo, por lo que se desintegran emitiendo un destello de luz que recibe el nombre de meteoro o estrella fugaz.

Durante las noches de mayor actividad de las Perseidas los telescopios del proyecto Midas, desarrollado por el Instituto de Astrofísica de Andalucía, apuntarán también a la Luna para poder registrar cómo las partículas desprendidas del cometa 109P/Swift-Tuttle se desintegran contra el suelo lunar.