Enrique Sánchez Lubián

En el Camino

Enrique Sánchez Lubián


Y hoy, la reforma laboral

03/02/2022

El Gobierno afronta hoy una jornada crucial. En horas sabrá si la reforma laboral acordada con la patronal y los sindicatos es convalidada o no por el Congreso de los Diputados y, por ende, qué grupos la refrendan y cuáles la rechazan. Pedro Sánchez y Yolanda Díaz comprobarán, además, si las fisuras que pudieran darse entre la mayoría de la investidura embarran la segunda mitad de la legislatura o si sólo son turbulencias pasajeras.
Los ciudadanos pedimos constantemente a nuestros gobernantes voluntad para alcanzar pactos en las cuestiones encaminadas a mejorar el bien común. Por primera vez en cuarenta años, el Gobierno ha consensuado con los agentes sociales la adopción de medidas para optimizar el mercado laboral del país. El acuerdo alcanzado intenta remediar la precariedad salarial, el abuso de la temporalidad o las dificultades que nuestros jóvenes tienen para incorporarse en condiciones dignas al mundo del trabajo. En un momento en el que los indicadores sobre creación de empleo, crecimiento del PIB y la llegada de  fondos europeos para la recuperación son ítems positivos, las medidas contempladas en la reforma laboral deben contribuir a despejar los horizontes socioeconómicos.
Llama la atención, en ese contexto, la cerrazón que algunos grupos políticos y ciertos colectivos, incluso empresariales y sindicales, han mostrado a este acuerdo. Mención aparte merece el Partido Popular, que desde el minuto cero antepuso, una vez más, sus intereses partidistas a cualquier otra consideración. Sus estrategas están convencidos de que negando el pan y la sal a cuanto proponga el Gobierno, su camino para llegar a la Moncloa se despeja, aunque su permanente instalación el «no, porque no» -en esta semana, además del asunto que aquí abordamos, suman a su extenso vademécum de rechazos  la investigación en el Congreso de los casos de abusos en el seno de la Iglesia y la nueva ley de vivienda- y los estridentes argumentos que esgrimen para sustentar tales rechazos estén desfigurándoles en los arrabales ideológicos de Vox. Ahí está Casado, cual ángel exterminador, clamando apocalíptico entre vacada y vacada que vivimos «las horas más oscuras de la nación española». En fin, ellos sabrán. Menos mal que, frente a estas mezquindades, nos queda Portugal (Siniestro Total, dixit) y su triunfante Antonio Costa.