El Cabildo barnizará su Goya 'in situ' en Zaragoza

J. Monroy
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El cuadro se restauró en El Prado hace un lustro. Allí se cubrió con una resina natural, pigmentada ahora por unas gotas de agua durante Filomena. La restauración parece fácil

El Cabildo barnizará su Goya ‘in situ’ en Zaragoza - Foto: LUIS CORREAS

Dos restauradores han revisado ya las pequeñas manchas en el barniz que se han detectado en cuadro de Goya El Prendimiento, propiedad del Cabildo de Toledo, y su restauración no parece complicada. El defecto, producto de Filomena, es casi imperceptible. De hecho, había pasado desapercibido en la Catedral Primada y salió a la luz durante la muestra 'Goya, viajero y artista del Grand Tour' en el Museo de Zaragoza, donde está cedido el lienzo. La intención del restaurador de la Catedral, Antonio Sánchez-Barriga Fernández, es aprovechar un lunes, en que la exposición cierre, para desplazarse a la ciudad del Ebro y poder acabar con el desperfecto con una capa de barniz.

Explica Sánchez-Barriga que en el Cabildo tuvieron conocimiento del incidente a través del comisariado de la exposición y poco después salió en prensa por la queja de algún visitante. El Prendimiento, cuadro de Goya propiedad de la Catedral, tenía unas pequeñas manchas muy finas en forma de escorrentía. Esta anomalía pasó desapercibida cuando estaba expuesto en Toledo. Tanto es así que ningún visitante, ni miembro de la Catedral llegó a detectarlo.

La obra normalmente está colocada en el sitio original, embutida con iluminación suave, dentro de una hornacina y a una altura suficiente para no ser detectado las manchas a simple vista. Tampoco se observó cuando fue colocada la obra en la caja para su transporte por la persona designada como correo que debe acompañar la obra.

El Cabildo barnizará su Goya ‘in situ’ en ZaragozaEl Cabildo barnizará su Goya ‘in situ’ en Zaragoza - Foto: LUIS CORREASPequeña escorrentía. Una vez colocada en la exposición, se vieron que existían estas finísimas líneas de escorrentías, «que hemos achacado a la entrada de unas pequeñas gotas de agua de la ventana superior a raíz del paso durísimo por Toledo, y sobre todo por la Catedral, de la borrasca Filomena». A estas gotas de agua de escorrentía le han acompañado polvo de la cornisa superior que, al secarse, ha producido el tono blanquecino de polvo y agua.

Tras el examen de la obra por dos restauradores, apunta Sánchez Barriga, parece que el problema tiene fácil solución, «aunque nosotros no le hemos quitado importancia desde que nos llegó la noticia». El cuadro, muy bien conservado, según han destacado desde la muestra, fue recuperado hace un lustro en El Prado. Entonces se barnizó con una resina natural. Ahora no hará falta ni quitar el barniz con la mancha, bastará con volver a barnizar encima con la misma resina.

Recuerda Sánchez-Barriga que la Catedral toledana contiene un importantísimo legado artístico «que con mucho esfuerzo custodiamos, por lo que estamos en constante salvaguardia y mantenimiento». Predomina siempre la labor de conservación y que en estos últimos años ha dado sus frutos exitosamente con importantes intervenciones restaurativas y que en la actualidad se pueden admirar, como la capilla de San Blas, la Sacristía, la sala Capitular, las bóvedas, el nuevo museo de Tapices, lienzos de la exposición permanente, tejidos, exposiciones importantes en la propia Catedral y numerosos préstamos de nuestras obras para poder ser admiradas por el público de otros lugares.